¿Por qué nos gusta tanto la alfombra roja de los Oscar? A ver... Ellas cuentan con un grupo de estilistas que conocen cada centímetro de sus figuras y les eligen opciones después de estudiarlas y repasarlas; las grandes marcas de moda les ruegan vestirlas; tienen cuerpazos para ponerse encima lo que quieren... Y a pesar de todos esos puntos a favor se equivocan en el peor -o mejor- momento. Muchas quieren estar en sus zapatos, pero ¿quién se bancaría las críticas que provienen de todos los rincones del mundo?
Durante el desfile de estrellas de anoche los tropiezos fueron varios (no literales). Fue el caso de Felicity Jones, para empezar. La actriz inglesa eligió un diseño voluptuoso, gris perla, de Alexander McQueen: el cuello alto parecía ahogarla, la falda fue demasiado voluminosa y el color no la ayudó tampoco.
Un grupo venía apuntando bien en otras alfombras rojas, hasta que llegó la noche más importante y trastabillaron. Se trata de Julianne Moore, Emma Stone y Marion Cotillard. Moore parecía saber qué colores la hacían resaltar de entre las actrices más jóvenes: como el verde esmeralda que usó en los premios SAG. Anoche fue por lo seguro y le pifió: optó por un diseño de Chanel que la hacía ver cuadrada. Stone, la más fashionista en la alfombra, se calzó un vestido clásico de Elie Saab. No estuvo mal, pero no impactó. Desabrida. Mientras que Cotillard recibió elogios por su valentía, pero el género con agujeros de Dior fue muy criticado.
De alto impacto fue la llegada de Gwyneth Paltrow, Jennifer López, Reese Witherspoon, Margot Robbie, Rosamund Pike y Dakota Johnson. Todas ellas se disputaron el título de “La mejor vestida”.
Capítulos aparte para Lupita Nyong’o y Scarlett Johansson. Lupita se puso encima unas 6.000 perlas, cosidas a un vestido de Calvin Klein. Mientras que la siempre sensual Scarlett -eso es innegable- se presentó con una cresta punk y un collar que parecía más un cuello ortopédico.
¿Quiénes fueron tus favoritas? Ya sabemos que sobre gustos...