“¿Cuál es la provincia donde más me gusta pescar?”, se repregunta ni bien escucha esas palabras. Miguel Saguir, el “Negro”, para los amigos y el multicampeón del deporte, no tarda en contestar: “Tucumán, sin lugar a dudas. Esta es una de las pocos lugares donde se puede capturar de todo. Si tengo ganas, me voy a pescar truchas. Al otro fin de semana, pejerreyes y, si quiero más acción, dorados. En ningún lado podés disfrutar tanto”, responde con tono firme.
Una mesa de café es el lugar del encuentro, no hay sonidos de pájaros ni el movimiento caractarístico de un bote. El ahora bancario no tiene problemas en transformar ese lugar en una especie de aula para pescadores. Al abrir su memoria, permite que los otros deportistas aprendan de su experiencia.
- ¿Cómo fueron tus orígenes en el deporte?
- Como los de la mayoría de los de mi edad. A los 7 empecé mojarreando en el lago San Miguel y la pasión fue creciendo de a poco. Por culpa de mi padre, me transformé en un enfermo. A los 10 ya había conocido El Cadillal y los sitios pesqueros más populares de Termas de Río Hondo.
- ¿Por qué te catalogás como un “enfermo”?
- Porque siempre fui muy apasionado por la pesca. De chico me quedaba despierto toda la noche con la caña en la mano. Los grandes se acostaban y seguía pescando. Además, vivía en el barrio Sarmiento, muy cerca del lago. A la mañana y a la tarde me pasaba pescando en el lago. Todos se ríen, pero ese fue un muy buen lugar para pescar. Sacamos hasta tarariras de cuatro kilos y bagres de dos kilos.
Pero en 1995, de la mano del “Negro” Aravena, llegó al club de Pesca y Regatas. Allí se transformó en un especialista en la pesca de pejerreyes. “Si querés sacar, tenés que ir a La Angostura, pero si querés pescar deportivamente, tenés que ir al Cadillal”, comenta.
- ¿Cuál es tu fórmula?
- Hacer una buena lectura de las condiciones y no enamorarme de una sola técnica. Por ejemplo, en esta época del año se deben utilizar equipos de media agua (“Boya Trabajando” o “Trompitos” o “Negritas”) o de flote (“Torombolo” o “Chirimbolo”). Mientras que en el invierno, la clave está en buscarlo en el fondo, lo más cerca del barro (“Boya Anclada”). Por eso digo que hay que analizar cada una de las condiciones que se presenten.
- ¿Carnada?
- (Se ría antes de contestar) ¡La mía! (N de la R: junto a su hijo vende carnadas en su comercio de Buenos Aires 60). Hablando en serio, creo que la mejor es el filete de mojarras al natural, saborizada con aceite o teñida. Si es roja, mejor.
- ¿Y cómo hiciste para ganar tantos concursos?
- Primero, no dejar de aprender, y después, práctica. La pesca, como cualquier otro deporte, requiere de entrenamiento. En este caso, probar cuál es el mejor equipo que se debe utilizar, la profundidad donde está el pez y la carnada más efectiva.
Saguir no es un improvisado. De manera individual, fue multicampeón del Pesca y Regatas. Y en equipos, acompañado por Paco Yáñez, Francisco “Pancho” Delgado, logró títulos provinciales y nacionales, integrando un trío con Carlos Hidalgo y Pablo Zóttola, ganó cinco veces los ya desaparecidos Torneos Nacionales de Dorado que se desarrollaba en Termas de Río Hondo.
- ¿Qué es lo que más te gusta pescar?
- Truchas. Es una de las pescas más entretenidas por todo lo que significa buscarlas y capturarlas. Es maravilloso y, lo más importante es que a pesar de que la castigan permanentemente, todavía se puede disfrutar de esta actividad en los Sosa y otros ríos de nuestra provincia.
- ¿Por qué te atrapa tanto esta especie?
- Por todo lo que significa. Primero, no estás parado en un solo lugar. Segundo, pescás en medio de un ambiente único, donde los paisajes que descubrís son incomparables. Y tercero, porque se trata de una especie que no es sencilla de capturar. Creo que son razones suficientes para atrapar a cualquiera.
- ¿Y después que más te gusta pescar?
- El dorado. Aunque muchos no lo crean, no hace falta hacer casi 2.000 kilómetros para pescar uno. Hay que saber buscarlos en Las Termas o en los ríos de la región.
- ¿Cuál es tu secreto para capturar amarillos?
- Usar un chicote de entre 30 y 50 centímetros, buenos anzuelos y utilizar la carnada correcta. Mi experiencia me dice que la cabeza de boga es la más efectiva, pero también conseguí buenos resultados tirando bagrecitos enteros. También es recomendable usar rodajas de sábalos, bagres y bogas.
Saguir no termina la idea y en su rostro se dibuja un gesto de impotencia e indignación. Él, como otros pescadores de la provincia y de la región, sufren por la llegada de Prefectura Naval a Termas de Río Hondo. “Se parece a los tiempos de la Dictadura. Se instalaron hace poco y piden muchísimos papeles que muy pocos tienen. Tampoco permiten que se pongan en regla”, se queja amargamente.
- ¿Y cómo se puede solucionar esto?
- Hay muchísimas personas que después de hacer un enorme esfuerzo, compraron una embarcación y ahora no la pueden utilizar porque no tienen los papeles. Y no los tienen porque en esos momentos no se los exigía y ahora no lo pueden conseguir, porque el titular se murió o porque el negocio donde la adquirió desapareció. Todos queremos estar en regla, debería encontrarse una solución a este problema, sino las autoridades recurrirán al método más fácil.
- ¿A que se refiere?
- Siempre es más sencillo controlarnos a los pescadores, porque saben de nuestros movimientos. Es complicado perseguir a los furtivos o a los que hacen daño a nuestro medioambiente.
- ¿Cree que no hay una política clara en favor del deporte?
- Me parece que hay mucho por hacer. Indudablemente el personal y esfuerzo para hacer los controles no son los suficientes. Se hace un muy buen trabajo en materia de piscicultura, pero con eso no alcanza. Hay que mejorar muchísimo.
- ¿Qué hace falta?
- Creo que todo cambiaría si en la provincia vieran a la pesca como un importante motor para el turismo, como ocurre en otras partes del país. Por ejemplo, en el Litoral, las licencias de pesca se las puede sacar hasta en un drugstore. Aquí hay que ir a Flora y Fauna del lunes a viernes por la mañana. Pero vienen de otras provincias a pescar a La Angostura y practican el deporte sin ningún tipo de permiso porque no hay quien se los expida.
Saguir desde hace algunos años está radicado en Tafí del Valle -trabaja en la sucursal de la Caja Popular de Ahorros- y vive en ese paraíso de lunes a viernes. “Los concursos dejaron de interesarme. Ahora tengo otras prioridades”, reconoce y piensa que todo lo que hizo en la pesca fue gracias al aguante de su mujer Graciela Pasteris y al de sus hijos Matías, Silvana y Agustina.
- Pareciera que los clubes de pesca se unirán...
- Es muy bueno. Es la mejor noticia que pueden recibir los pescadores. La unión hace la fuerza y gracias a ella se pueden conseguir cosas más importantes.
- ¿Cómo la creación de la Federación Tucumana de Pesca?
- Por supuesto. Sin una entidad que una a todos los pescadores será muy difícil estar en la escena nacional.
- ¿De que servirá una Federación?
- De mucho. Se puede colaborar con Flora y Fauna para mantener o recuperar algunos sitios pesqueros de la provincia. También facilitará muchísimo a preparar a nuevos pescadores y a trabajar en la preservación del medio ambiente. Federados podremos participar en las competencias nacionales. Eso es clave porque allí se encuentran todas las cosas nuevas para luego poder transmitirlas en la provincia.
- ¿Qué te dejó la pesca en tantos años?
- Muchísimas cosas. Amigos, especialmente “Pancho” Delgado que es ya como un hermano, y los televisores de la casa (se ríe). Es en serio, hace poco me llevé uno por haber capturado el pejerrey más grande y, en el mismo concurso, me gané otro en el sorteo. Pero más allá de eso creo que aprendí mucho y también enseñé bastante.
- ¿Estás para hacer docencia?
- No. Me parece que estoy viejo para eso. Hay que darle lugar a la gente joven. Participo en los concursos porque me lo piden los amigos, pero si fuera por mí, me quedaría en casa. Lo único que tengo pendiente es enseñarle a pescar a mis nietos, pero todavía me falta para cumplir con ese sueño.