BUENOS AIRES.- El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, insistió ayer con que en la Justicia hay sectores cuyo objetivo es “desestabilizar”, aunque les advirtió que “ni lo sueñen”, porque “no saben dónde se meterían”, a la vez que aseguró que resulta “llamativa” la “celeridad” que tuvieron los jueces, en los últimos días, para impulsar causas contra funcionarios.

Con respecto a la confirmación del procesamiento de Amado Boudou en la ‘causa Ciccone’, la ratificación del juez Claudio Bonadio al frente de la investigación en la ‘causa Hotesur’ y el llamado a indagatoria de la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, Fernández rechazó que esté relacionado con la marcha del miércoles: “No lo creo. Lo que digo es que, llamativamente, en algunas cosas, hubo mucho apuro, y hasta hay decisiones poco felices”, expresó. “El objetivo es desestabilizador. No vayan a cometer el error de confundir y pensar que van a empujar el Gobierno. Sería un error terrible para el país”, apuntó Fernández.

El funcionario se refirió a los integrantes del Poder Judicial, y dijo: “quieren jugar a la política, pretendiendo asumir posiciones que no les corresponde”, y advirtió que desde el Gobierno no las aceptarán.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich también respaldó a Boudou, y volvió a denunciar la existencia de un plan de “desestabilización” impulsado por “corporaciones” y “sectores del Poder Judicial”. Capitanich advirtió que el procesamiento de Boudou es “una arremetida mediática judicial”, que forma parte de la “manipulación sistemática y evidente” que ejercen las “corporaciones”. (DyN)