El día había sido cansador. Antes de retirarse a dormir una siesta, Cecilia Pérez Villada advirtió a sus cuatro hijos que, así el teléfono se rompiera de tanto sonar, no lo atendería. “Casi apago el celular, incluso”, recuerda. La cantante no sabrá jamás si la decisión de no apagarlo obedeció a un mandato inconsciente o a una distracción del momento, pero lo cierto es que, 15 minutos después de que se acostara, su teléfono móvil registraba una llamada con código de Buenos Aires. “¿Hablo con Cecilia? -preguntó la voz del otro lado-. Quería anunciarte que fuiste seleccionada para participar de ‘Elegidos’”.
Lo primero fue llorar. “Llorar, llorar y llorar”, describe Pérez Villada, de 36 años y oriunda de Concepción. Luego comenzaron a hacerse nítidas algunas imágenes: el recuerdo de su padre, por ejemplo, de las lecciones que le dejó antes de morir, hace 14 años. “Me decía ‘aunque sepas que sos la mejor, tenés que mantener la humildad ante todo. Con soberbia no llegás a ningún lado’. Siempre pienso en él antes de subir al escenario. ‘Papá, ayudame a que me salga la voz’, le pido”.
Y hubo algunas reivindicaciones a las que contribuyó ese llamado desde Buenos Aires. Pérez Villada dudó mucho en presentarse en el casting (se inscribió el último día) porque antes había pasado por experiencias frustrantes. “Estaba totalmente descreída de este tipo de programas. En ‘Soñando por cantar’ nos hacían pasar de a 50 personas y cada una tenía 10 segundos para cantar. Fue una falta de respeto. Hubo gente que no se presentó en el casting y, sin embargo, quedó. Por eso, cuando veía el aviso de ‘Elegidos’, juré que no lo intentaría”.
Fue Francis Moreno -compañero de Cecilia en la banda Caviar y ahora en GPS- quien la convenció para que se inscribiera. “Francis me tiene más fe de la que yo misma me tengo. Por eso digo que esto es un logro de todos; en Buenos Aires tendré la posibilidad de estar con gente que sabe mucho de música, pero en Tucumán ya vengo trabajando con grossos”.
La cantante asegura estar consciente de que, en general, la fama que brindan los realities es efímera. “Sé que esta exposición, así aparezca en uno o dos programas, será muy importante. Si sos un poquito inteligente y sabés aprovechar las cosas, el reconocimiento no tiene por qué ser efímero”.