Un estudio publicado en la revista “Science Advances” asegura que los climatólogos estadounidenses estudian que en un futuro inmediato llegará la sequía más fuerte en mucho tiempo, pero no coinciden aún en su prolongación: para los más agoreros serán “las peores sequías en más de mil años”.
Las sequías son el desastre natural más destructivo y costoso que existe al generar pérdidas económicas anuales de entre U$S 6.000 millones y U$S 8.000 millones a nivel mundial, indicaron las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializadas en estos episodios meteorológicos.
Sin embargo, una de las voces más calificadas -el Instituto Goddard para Estudios del Espacio, en la NASA- reconoce que hay megasequías que pueden haber ocurrido hasta periódicamente sin que exista registro de éstas.
“Hubo sequías terribles que duraron años, como en la década de los años 30, y en la década de los 50, e inclusive la actual en el suroeste y en California. Son sequías naturales que pueden durar sólo algunos años, una década, pero si ocurren por 20 años, en términos humanos será una tragedia terrible”, explicó Ben Cook, especialista de la NASA.
Reconstrucción
El trabajo realizado por los investigadores de la NASA no se ocupó esta vez de las causas de la sequía, sino de reconstruir las condiciones climáticas cuando podrían haber ocurrido.
Así, investigaron datos en los anillos de los troncos de los árboles más añosos -los anillos anchos corresponden a años húmedos y los angostos a secos- y los compararon con otra docena de modelos climáticos, y con los índices de humedad en el suelo existentes.
El análisis permitió extender por cientos de años la información posible sobre humedad y sequía, pautando que en este siglo “cada año será más seco hacia el fin del Siglo XXI, en comparación con lo que pensamos ahora como condiciones normales”.
En materia local, el estudio citado revela que el 80% del centro y oeste de los Estados Unidos se encuadra dentro de las posibilidades de sufrir una megasequía por casi cuatro décadas.
El estudio se extendió a los estados de Nevada, Utah, Colorado, Nuevo México, Arizona, el norte de Texas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, la mayor parte de Iowa, el sur de Minnesota, el oeste de Missouri, el oeste de Arkansas y el noroeste de Luisiana.