Contar hasta el 10, diferenciar los colores, dibujar el cuerpo humano y escribir su nombre. En el jardín de 4 años, Valentín aprendió todo esto. También hubo tiempo para jugar, compartir y socializar. “Yo veía que iba con ganas, pero no creo que todos los niños estén listos para eso”, reflexiona Belén Haad, mamá de un niño que el año pasado fue a salita de 4 años. Al principio, confiesa, no sabía si su hijo se iba a enganchar con el jardín. Un año antes ya había hecho el intento y Valentín no había querido saber nada.
Pero desde ahora será distinto. Los padres ya no podrán optar entre enviar o no a sus hijos al jardín de 4 años. ¡Ya es una obligación! El año pasado se modificaron varios artículos de la Ley de Educación Nacional para establecer que el nivel inicial es una unidad pedagógica desde los 45 días hasta los 5 años, y que los dos últimos (cuatro y cinco) son obligatorios. Esto significa la incorporación de 306.000 niños de todo el país al nivel inicial. Y de 17.400 chicos de 4 años en el caso de Tucumán.
Pero la incorporación no será ni perfecta ni automática. Es un proceso, con las dificultades normales para poder absorber la totalidad de los niños de esa edad. La ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, advirtió que la normativa todavía es muy reciente. “Las escuelas del microcentro no tienen espacio para seguir construyendo pero sí las de los alrededores y del interior de la provincia. Por eso queremos que los papás se acerquen al Ministerio de Educación si no encuentran lugar”, dijo.
De todos modos, la ministra aclaró que los padres no deben desesperarse si no encuentran lugar. “Esto no quiere decir que el año próximo no vayan a poder inscribir a sus hijos en el jardín de cinco”. Mientras tanto se están construyendo ocho escuelas de nivel inicial y licitando al menos 28 salitas.
Un proceso en marcha
La directora de Nivel Inicial, Patricia Tauber, reconoció que la Provincia tiene una cobertura del 60% del jardín de cuatro años. “La obligatoriedad es un proceso, todavía falta infraestructura, pero estamos construyendo”. Los papás (que no consigan lugar en la escuela pública) pueden consultar en la página web del Ministerio de Educación para ver los jardines de gestión privada que tienen registro.” No son más de 10”, señaló la funcionaria. Tauber también pidió a los padres que no se desesperen. El año que viene los podrán inscribir directamente en las salas de cinco.
En los colegios privados, la cobertura es mayor. “Hace tiempo que los jardines de cuatro están funcionando a pleno. Casi el 70% de los establecimientos tiene nivel inicial y sala de cuatro. En total habrá unos 150 colegios, sobre 300”, indicó Bernardo Beltrán, secretario adjunto del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop).
Beltrán celebró la obligatoriedad del jardín de 4. “Es un avance para la educación, que lleva a 14 los años de enseñanza obligatoria. Significa también mayor oferta laboral, más inserción al sistema”, dijo. “Salvo algunos parroquiales y otros que funcionan en zonas de bajo recursos, el jardín de 4 no genera preocupación en los colegios privados”, opinó.
La obligatoriedad de la “salita de 4” es positiva desde todo punto de vista. La psicopedagoga Silvia Bono señaló que ingresar a los 4 años al jardín le da al niño más protección; y que la obligatoriedad asegura que el Ministerio controle que las escuelas tengan todo lo que necesitan”.
Lo que dicen las cifras
60%
de los chicos de 4 años serán absorbidos por la escuela pública.
25%
de la totalidad de los chicos de 4 años van a la escuela privada.
17.400
es la cantidad, aproximada, de chicos de 4 años que se calcula que buscarán asiento en las escuelas de la provincia, sean públicas o privadas.
El primer acercamiento a los crayones y al juego en un espacio lleno de niños de su edad
Carolina Cabanne es maestra jardinera de sala de 4 años en un colegio privado y en uno parroquial. Desde su experiencia asegura que a los chicos les ayuda mucho a desenvolverse entre pares y en su autonomía. “Llevar sus cosas, dejar la mochila, sacar el cuaderno y hacerse responsable por sus pertenencias. Esto después les sirve en jardín de cinco”, explica. Detalles que harán menos brusca la escolarización. Conocerlos a los cuatro años es una oportunidad para el docente acercarse a la realidad de ese niño. “Nos damos cuenta si tiene algún problema por sus actitudes: si no quiere jugar, si se aísla, si pelea mucho o a través de lo que dibuja porque ese es el medio por el cual se expresa”, añade. Para muchos niños es el primer contacto pinceles, crayones y lápices en un ambiente en los que predominan niños de su misma edad, lejos de la televisión y los adultos. “Les desarrolla la creatividad, la imaginación y los ayuda con el lenguaje”.