BUENOS AIRES.- La jueza federal Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer de Alberto Nisman, participó de la audiencia pública en el Senado organizada por la oposición, para debatir las implicancias de la muerte del fiscal y, en ese marco, pidió a los tres poderes del Estado "no interferir" en la investigación "con sus juicios de valor".

Además, puso especial énfasis en remarcar que "la desmedida e inusitada exposición mediática" que está teniendo las pruebas del caso "contribuye a alejarnos de la verdad" porque -fundamentó- "se van anticipando y exponiendo cada una de las medidas y los cursos de investigación".

"Quiero dejar aclarado que yo concurro a este espacio al que me invitaron sin ninguna intencionalidad política, no soy oficialista ni opositora. En esta coyuntura no tengo una definición política", aclaró en el inicio de su alocución.

Luego continuó: "Todo juicio de valor, aprobación o desaprobación, provenga del ámbito del que provenga interfieren y condicionan la labor del poder judicial. Pido prudencia, respeto, ética para la investigación de este hecho que nos conmovió como sociedad para mis colegas que les toca investigar este hecho".

Arroyo Salgado, que se presentó como una persona en búsqueda de la verdad por la muerte del padre de sus hijas, dijo: "Debiera ser la actitud no sólo de los funcionarios del poder ejecutivo, legislativo y la sociedad en su conjunto el tratamiento ético de los medios de comunicación social que no sólo condicionan el ánimo y la actuación de algunos funcionarios, sino también su rol es súmamente importante como formadores de la opción pública".