Para los argentinos fue y será por siempre Campanita, la eterna acompañante de Peter Pan, aunque por motivos comerciales la película se presente con el nombre en inglés del personaje animado y el intrépido joven de ropa verde nunca aparezca.
“Tinker Bell y la bestia de Nunca Jamás” se ubica en la Tierra de las Hadas, donde existe el viejo mito de una bestia horrible y supuestamente asesina, que se caracteriza por un escalofriante rugido que atemoriza a casi todos.
La excepción es Fawn (real protagonista de esta película), la hada de los animales que decide romper las normas de cuidado e ir en busca de Gruff, el ser monstruoso, para ayudarlo pese a su feroz y extraño aspecto, debajo del cual hay un gran y bondadoso corazón, incapaz de lastimar a nadie. A su lado está la siempre fiel Campanita, aunque relegada al papel de un personaje secundario.
Claro que son pocas las hadas que ven esa realidad y más las que quieren capturarlo para que deje de estar en riesgo su hogar en el bosque, por lo que comienza una carrera contra reloj entre los dos bandos enfrentados de esos diminutos seres alados, uno encabezado por Fawn y el otro por la impiadosa Nyx, la líder de las llamadas Hadas Exploradoras, responsables del cuidado de su tierra.
La película fue dirigida en 3D por el debutante Steve Loter y producida por Makul Wigert, quien ya ocupó ese rol en “Tinker Bell y el secreto de las hadas”, una derivación del personaje central que tendrá seguramente otras entregas destinadas al público infantil de menor edad. La producción es responsabilidad de Disney Toon Studio, una filial de la gran empresa creada por Walt Disney, que se encarga de las películas de las franquicias de Tinker Bell y Aviones, entre otras.