BELO HORIZONTE, Brasil.- Cuando aún no ha cerrado la herida de aquella derrota por 7-1 frente a Alemania en el Mundial de Brasil 2014, el museo del estadio Mineirão recibió un regalo muy particular por parte de los alemanes.

¿Qué pasó? Como ese resultado fue algo que quedará por siempre en la historia, el consulado germano donó una camiseta de su seleccionado para que aquel partido quede grabado por siempre en ese recinto. Al parecer, por propio pedido de las autoridades del club.

"Tenemos mucho cariño por el pueblo de (el estado brasileño de) Minas Gerais y aquí dejamos ahora un poco de nuestra historia también", dijo el cónsul Harald Klein. Aunque difícilmente todo esto caiga bien en gracia entre los futboleros brasileños.