La semana cerró con tensiones sobre el dólar. Tres días consecutivos de un virtual feriado bancario, sin venta de divisas a bancos y a importadores, causaron dudas entre los operadores, tenedores y cambistas de dólares. Sin comunicación alguna, el Banco Central decidió restringir esas operaciones y, en la City, surgieron más preguntas: ¿qué sigue? ¿Qué hará el Gobierno con el dólar ahorro? ¿Habrá más restricciones? Si hay algo que mueve a la autoridad monetaria argentina a aplicar un cepo a importadores es, precisamente, no tocar las operaciones del dólar para ahorro. Eso cambiaria el humor electoral. Y no es la idea, admiten desde el oficialismo. “El Gobierno no se quedará con los dólares de la gente”, apunta un economista cercano al poder, que demoniza las versiones especulativas y devaluatorias.

A partir de la próxima semana, el BCRA puede llegar a autorizar compras a una franja de importadores pero, ante la caída de reservas, tal vez decida que el cepo continúe, al menos, hasta mediados de marzo. Todo está verde. Lo malo es que, de prolongarse la restricción al sector privado, la presión recaerá sobre el precio del dólar blue, algo que la Casa Rosada quiere evitar.

Hasta ahora, el Poder Ejecutivo ha venido sorteando la sangría de reservas con la ayuda (swap) de China y otros dólares atesorados por bonos en default. No obstante, el año electoral potencia decisiones y a medida que se acerque la fecha de los comicios, el Gobierno intentará echar mano a los dólares atesorados por el BCRA con el fin de disimular los desequilibrios en el mercado cambiario. Así las cosas, más de un candidato a suceder a Cristina Fernández está más que preocupado por la herencia que recibirá el 10 de diciembre.