BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, nombró ayer a un banquero de su confianza como nuevo presidente ejecutivo de Petrobras, para finalizar con las expectativas de los inversores de que elegiría a un equipo gerencial más independiente para sacar a la compañía de un enorme escándalo de corrupción.

Las acciones de la petrolera cerraron con una baja de 7,76% después de que el directorio confirmó que Aldemir Bendine, el hasta entonces presidente ejecutivo del Banco do Brasil, sería el próximo jefe de Petrobras.

Bendine lideró un período de elevadas ganancias en Banco do Brasil, donde se apegó a la agenda económica de izquierda del Gobierno, pero también benefició a accionistas del sector privado, logrando que las acciones subieran cerca de un 90% durante su gestión.

De todas formas, algunos inversores expresaron preocupación por los antecedentes de Bendine vinculados al sector público y su cercanía con Rousseff, lo que le haría más difícil revertir la mala fortuna de Petrobras. Varios Inversionistas culparon a las políticas intervencionistas de la presidenta brasileña por los problemas de la compañía, además de los años de desaceleración económica en Brasil.

Las acciones de Petrobras se han derrumbado un 60% desde septiembre, luego de que fiscales denunciaron que la empresa estuvo plagada durante años por esquemas de sobornos y manipulación de contratos por miles de millones de dólares.

Petrobras, un símbolo del auge económico de Brasil durante la década pasada, representa ahora la caída en desgracia, en momentos en que el país también se enfrenta a posibles racionamientos de agua y energía, una elevada inflación y una segunda recesión.

Rousseff también ahogó a Petrobras con enormes gastos que no consiguieron cumplir con las ambiciosas metas de crecimiento de producción de petróleo, convirtiendo a la estatal en la petrolera más endeudada y menos rentable del mundo.

Los nombramientos se anunciaron tras que la ex presidenta ejecutiva Maria das Graças renunció el miércoles junto con cinco altos ejecutivos. Bendine no estaba entre los posibles candidatos para reemplazarla.

Joao Augusto Castro Neves, un analista de la consultora Eurasia Group, dijo que Bendine representaba una “mejoría” respecto de otras administraciones porque tendrá órdenes de aplicar cambios. Aunque reconoció que habría muchas preguntas sobre sus conocimientos, porque él no tiene credenciales sólidas en el mercado y no pertenece al sector petrolero.

En los últimos años, Petrobras se ha visto forzado a importar combustibles a los precios del mercado global y a venderlo con pérdidas en Brasil para ayudar a controlar la inflación. El gobierno, principal accionista, presionará para mantener un plan de inversión de cinco años de más de U$S 200.000 millones para apoyar a la economía. (Reuters)