Jeb Blount - Agencia Reuters

RIO DE JANEIRO.- La presidenta de la brasileña Petrobras y otros altos cargos renunciaron ayer en medio de un escándalo de corrupción, lo que abrió una carrera para encontrar reemplazantes que logren que el mercado recupere la confianza en la petrolera estatal. El directorio de la firma se reunirá mañana para elegir a un nuevo equipo que reemplace a la presidenta ejecutiva Maria das Graças Foster y a los otros directores, informó Petrobras.

Las acciones preferentes de Petrobras subieron más de un 6% en el inicio de la sesión tras conocerse la noticia, pero luego recortaron su avance y cerraron con un alza de un 0,2%, a 10,02 reales. El papel había subido más de un 15% el martes, su mayor alza diaria en 16 años, por reportes de prensa que apuntaban a que la presidenta Dilma Rousseff había decidido sacar a Foster del cargo. El momento de las renuncias fue una sorpresa para Rousseff, que esperaba ganar más tiempo para encontrar a los posibles reemplazantes, dijo una fuente del Gobierno a Reuters.

Rousseff ya pidió al ministro de Hacienda, Joaquim Levy, un economista preparado en la Universidad de Chicago, que le ayude a sondear candidatos para un nuevo liderazgo de Petrobras. Entre los nombres que se han mencionado como posibles candidatos a presidente ejecutivo de la petrolera estatal se incluyen el ex jefe del banco central Henrique Meirelles, el ex presidente ejecutivo de la minera Vale Roger Agnelli, el actual jefe de Vale Murilo Ferreira y el ex ejecutivo de Petrobras y OGX Rodolfo Landim.

Considerando la enorme tarea de reestructurar Petrobras y la reputación de Rousseff como responsable final de los asuntos de la compañía, no está claro si el Gobierno encontrará pronto a alguien dispuesto a enfrentar esos desafíos. Los inversores han estado apostando a que un nuevo liderazgo ayudará a restaurar la credibilidad de la compañía, así como a aumentar la producción y las ganancias.

“Graças (Foster) no es el mayor problema de la empresa, pero es un mensaje”, dijo João Pedro Brugger, analista de acciones de Leme Investimentos. “La empresa está tratando de decir al mercado que la administración de la firma será más profesional”. La presión ha estado aumentando sobre Rousseff para que termine con la corrupción en Petrobras, cuya reputación sufrió por el arresto y testimonio de tres ejecutivos de alto rango y de otras 30 personas, incluidos directivos de importantes proveedores.

La policía ha dicho que destapó un esquema de arreglo de precios y sobornos que supuestamente benefició al Partido de los Trabajadores de Rousseff y a otras agrupaciones políticas.

El escándalo planteará nuevos problemas a Rousseff a fines de este mes, cuando los fiscales mencionen a los políticos de su partido y de su coalición que supuestamente habrían recibido sobornos como contribuciones a sus campañas.

Según las autoridades, el esquema desvió al menos U$S 3.700 millones de las arcas de Petrobras, aunque la cifra podría superar los U$S 28.000 millones.