Por segundo año consecutivo, el escenario del Seven fue la cancha de Tafí del Valle RC, el primer club de rugby de los cerros tucumanos. “Para nosotros es algo positivo porque le permite a nuestros chicos vivir una jornada plena de rugby y para que la gente sepa lo que hacemos acá”, opinó Gonzalo Brandán, fundador y entrenador del club.

La difusión resulta fundamental para engrosar las filas, debilitadas durante la temporada estival, ya que la mayoría de los jugadores trabaja en actividades relacionadas al turismo y casi no tiene tiempo para practicar.

“Sí, esta época es medio dura. Sufrimos varias bajas, aunque se siguen sumando chicos. Y tenemos la idea de invitar a gente del Mollar a que se sume. Por suerte, tenemos jugadores que se han puesto el club al hombro, entrenando a los infantiles y a los juveniles”, subrayó el ex Cardenales, que junto a Hugo Turbay, el otro entrenador del plantel superior, se cansó de ir y venir al borde de la cancha durante el amistoso que sus “chiwank’us” jugaron frente a los “wiracochas” de Belén Rugby Club.

“Es cierto que ésta es la época en la que baja un poco todo, pero cuando volvamos a jugar la Copa de los Valles se va a poner mejor”, se mostró optimista Turbay. El año pasado, Tafí del Valle RC se coronó campeón del Torneo del Interior organizado por la Unión de Catamarca (URCA).

“Ya salió la donación de las tierras y en cualquier momento tendremos la personería jurídica. Además de permitirnos trabajar con mayor tranquilidad, generará un sentido de pertenencia en los jugadores. Ésta es nuestra cancha, nuestra camiseta, nuestra identidad. Lo bueno es que ya ha comenzado a rodar solo”, resaltó “Turbulencia”.