La Argentina es el país con la mayor cantidad de empleados públicos y cuyas remuneraciones son las más elevadas de la región, según señaló un informe nacional del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
En base a un trabajo elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominada “Panorama de las Administraciones Públicas de América Latina y el Caribe 2014”, la consultora señaló que en el país el empleo público representa un 14,8% del mercado laboral total; mientras que en Uruguay implica un 12,7%; en Brasil, un 11,5%; y en Chile, un 9,2% del empleo total.
“Estos datos muestran que el tamaño del Estado, medido a través de los recursos humanos que contrata, es más grande en la Argentina que en los países vecinos. Su tamaño incluso es muy superior al promedio de América Latina, estimada en un 10,7%, y similar al promedio de los países de la OCDE, un 15,3% del empleo total. En suma, la Argentina es el país con más empleo público en la región y con similar nivel al de los países más desarrollados”, expresó el trabajo del centro de estudios.
Idesa remarcó también que Argentina es uno de los países con mejor salario en ese segmento. “Según el mismo informe (por los datos de la OCDE y el BID), el promedio simple de remuneraciones de los cargos de directores, profesionales y administrativos del sector público argentino asciende a un equivalente de 6,4 veces el PBI per capita del país, cuando la media estimada para Latinoamérica para estos mismos cargos, se estima en 5,6 veces el PBI per capita y en los países de la OCDE, en 3,1 veces el PBI per capita. En otras palabras, el Estado argentino cuenta con abundante personal que además percibe, en promedio, muy buenas remuneraciones”, comentó el trabajo.
En esa línea, Idesa hizo hincapié en el nivel del servicio de la administración pública, teniendo en cuenta la cantidad y la remuneración. “Está más en línea con lo que ocurre en los países atrasados que con la calidad de servicios que cabría esperar de acuerdo a la magnitud de los recursos que administra”, manifestó.
Según la consultora, la principal explicación “esta dada por los estilos de gestión adoptados”. “Los puestos de trabajo del sector público no cuentan con definición de perfiles, objetivos, ni indicadores que faciliten la transparencia de su gestión, permitiendo el control social y las auditorias externas. Por el contrario, se aplica la estabilidad del empleo público con criterios extremos premiándose la mediocridad y la falta de compromiso. Bajo estas condiciones, el sector público se adormece en la burocratización y se convierte en presa fácil de intereses espurios”, finalizó.