Fiel a su estilo, Juan Román Riquelme se retiró del fútbol sin dar demasiados detalles y dejando interrogantes de cara a un futuro en el que podría volver a unir su camino con el de Boca. “Lo mejor es no jugar más”, dijo Riquelme, de 36 años, en una entrevista emitida el domingo por ESPN. Sin embargo, no explicó por qué se retira, si es una cuestión física o anímica.
Riquelme, que le había prometido a un hermano jugar hasta los 40 años, no se refirió al hecho de no retirarse con la camiseta de Boca, de donde se fue a mediados del año pasado enemistado con el presidente Daniel Angelici, aunque sí dejó abierta la chance de enfrentarlo en las elecciones de diciembre. “No me veo como entrenador. Lo que elija no me dará las alegrías que me dio el fútbol, eso seguro. Pero soy una persona que quiere aprender. Quizás me anime a intentar ser presidente del club”, dijo el ídolo “xeneize”, enviando un mensaje a los hinchas y posicionándose de cara al futuro.
El diario “La Nación” señaló que Riquelme tuvo contactos informales con los empresarios de medios Adrián Suar y Mario Pergolini, dos reconocidos hinchas “xeneizes”. “Amo el club. Si me siento preparado, lo voy a hacer”, afirmó Riquelme, que brilló con la Selección en el Mundial de Alemania 2006, donde cayó ante la anfitriona en cuartos de final por penales.
Así, el enganche podría continuar esa tendencia que se dio en los últimos años en el fútbol argentino, donde ídolos se convirtieron en la máxima autoridad del club, como sucedió con Daniel Passarella en River uno años atrás o, la temporada pasada, con Juan Sebastián Verón en Estudiantes.
“Yo no viví toda la historia de Boca. Tengo 36 años y Boca más de 100. Pero jugué en el equipo más grande en la historia del club, 40 partidos sin perder”, dijo quien obtuvo tres Copas Libertadores, una Recopa Sudamericana y seis títulos locales. Riquelme aseguró que ya cumplió “todos” sus sueños.
“Ahora no sé qué voy a hacer. No sé cuántos jugadores tienen la suerte de ser ovacionados desde el primer hasta el último partido”, señaló y comentó que el miércoles irá como “hincha” a ver a Boca ante Vélez, duelo por un lugar en la Copa Libertadores de este año.
Su sola presencia en el estadio genera ya expectativa por cómo puede ser la reacción de los hinchas, sobre todo de los que cuestionan a la actual dirigencia por la ausencia de títulos en los últimos años.