En consonancia con el cambio de postura de la presidenta, Cristina Fernández, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, también abonó ayer la posibilidad de que el fiscal federal Alberto Nisman haya sido asesinado. “Cuando dice el cerrajero que la puerta estaba abierta, quiere decir que no estaba puesta con dos vueltas de llaves. Alguien puede haber salido por esa puerta”, admitió, en declaraciones a Radio La Red. Luego, fue aún más categórico: “la teoría del suicidio está cada vez más lejos”. 

También relevó haber pedido un sumario administrativo para determinar si la custodia del fiscal Nisman “actuó correctamente” el domingo pasado, día en el cual el funcionario judicial fue descubierto en su casa con un tiro en la cabeza. “He pedido un sumario administrativo para ver cómo se actuó, de qué manera se actuó y si la custodia actuó correctamente. Quiero saber hora por hora cómo fueron los acontecimientos”, sostuvo Berni. 

“A medida de que se van obteniendo estas pruebas, me parece que la teoría del suicidio cada vez queda un poco más lejos, porque se van poniendo a la luz diferentes elementos que no son menores, como la aparición de esta persona que le presta el arma”, manifestó en referencia a Diego Lagomarsino, el colaborador del funcionario judicial que le prestó la pistola calibre 22 con la que se habría disparado. “Esto no es un episodio común, no es un episodio aislado. La denuncia y la muerte del fiscal no son una cuestión aislada: tienen una íntima relación. No es lo mismo la muerte del fiscal con la denuncia que sin la denuncia”, sentenció el funcionario nacional en la entrevista que concedió a esa radio.