CATAMARCA.- Un empleado del Correo Argentino del departamento catamarqueño de Andalgalá fue detenido luego de denunciar que dos hombres lo habían obligado a abrir las oficinas de la localidad de Aconquija, de donde era encargado, y sustrajeron $ 150.000 para después llevarlo nuevamente a su hospedaje y dejarlo atado con alambres.
Fuentes judiciales informaron que con la ayuda de cámaras de seguridad primero se pudo visualizar a cuatro sospechosos, pero cuando fueron interrogados por la Policía su participación fue descartada.
El denunciante manifestó que se hallaba durmiendo en un hostal de Aconquija, a 180 kilómetros al norte de la capital provincial, cuando dos hombres altos, muy robustos y con tonada tucumana lo despertaron cerca de las 4 de la madrugada.
Siempre según su relato, tras apuntarle con un arma de fuego, lo obligaron a que les entregara todas sus pertenencias.
Según declaró, los ladrones -no conformes con esto- lo llevaron en un auto hasta las oficinas del correo local, donde se desempeña como encargado, y lo obligaron a abrir la puerta de ingreso.
Según el encargado, los ladrones robaron $ 150.000, tras lo cual volvieron al coche que los trasportaba y lo llevaron nuevamente a su hospedaje, donde lo ataron con alambres para que no pudiera movilizarse y dar aviso a las autoridades.
El hombre aseguró que logró librarse de sus ataduras pasadas las 5 de la mañana y se comunicó con la Policía departamental.
La causa llegó a manos de la fiscal de Segunda Circunscripción Judicial, Marta Nieva, quien dispuso que se secuestren las filmaciones de las cámaras del correo.
La visualización de las imágenes mostró que a las 4 un auto se detuvo frente al correo y cuatro hombres descendieron del vehículo.
Luego, se pudo determinar que los hombres eran empleados judiciales de Tucumán que estaban parando en otro hospedaje, por lo que la Policía procedió a interrogarlos.
Los empleados -cuya descripción física no coincidía con la ofrecida por el denunciante- permitieron que sus pertenencias, automóvil y habitación fueran revisadas, pero no se encontró nada que los incriminara con la denuncia.
Según declararon, pararon a esa hora de la madrugada frente al correo porque su automóvil se había descompuesto, lo cual fue corroborado por los policías, que determinaron que efectivamente el vehículo estaba roto y había sido llevado a un taller mecánico.
Para avanzar en la pesquisa, se convocó a una comitiva de Criminalística de la Policía provincial que interrogó a varios testigos y recabó pruebas que incriminaron en el robo al encargado, cuya detención fue dispuesta por la fiscal. (Télam)