Claudia Alvarado huyó el lunes a la madrugada junto con sus hijas, de 10 y 12 años, para evitar las balas y el fuego con el que un grupo de agresores destrozaron la casa en la que vivía en Delfín Gallo. Quedó en la calle. Pero, según reflexiona, está con vida.

La pelea que derivó en este violento ataque se originó en la plaza de esa localidad ubicada en Cruz Alta. En ese lugar, según explicó la víctima, sus hijos de 15 y 16 años estaban con su ex marido, Marcos Juárez, que los había ido a visitar.

“Estamos separados hace cuatro años pero él (por Juárez) viene a verlos a los niños. La discusión comenzó porque un chico al que le dicen ‘Lalo’ le apuntó a la cabeza con un revólver al mayor de mis hijos para quitarle la moto. Como él no se la dio, este chico pateó la moto y le rompió el faro de adelante. Ahí, él le gritó a mi ex marido para que lo ayude”, dijo Alvarado.

De acuerdo con la versión de los hijos de la víctima, en ese momento un grupo de unas veinte personas los rodearon para comenzar a agredirlos y se produjo una disputa con Juárez, en la que un joven identificado como Franco Andrada por la Policía recibió un balazo en la pierna. Aún así, los uniformados no lograron esclarecer quién disparó el arma.

A su vez, el joven que resultó herido y que fue trasladado al Centro de Salud, según se informó, está fuera de peligro y sería un familiar del sujeto conocido como “Lalo” a quien se señaló como la persona que comenzó la pelea. “Mi ex marido tiene problemas con esa familia, pero mis hijos y yo no tenemos nada que ver”, subrayó la mujer.

Después de que Andrada resultara herido, sus supuestos allegados, según consta en la denuncia realizada por Alvarado, atacaron al menor de los hijos de la víctima, que recibió varios golpes, pero que consiguió escapar para correr hacia la casa en la que vivía con su madre. “Nos vino a avisar que estaban viniendo para quemarnos la casa”, concluyó la mujer.

En ese momento, tal como sostiene la denuncia, Alvarado huyó con sus hijas para evitar la balacera. Sumado a esto, los agresores llevaron bidones con nafta con las que le prendieron fuego a la vivienda. Estos hechos, según consta en el informe policial, ocurrieron alrededor de las 2.40.

La víctima y sus hijos se refugiaron en la casa de Antonia del Carmen Barboza, pero los agresores también llegaron hasta ahí. “Estaba sola con mis cuatro hijos y se metieron buscándola a ella (por Alvarado). Me rompieron el televisor, y me robaron una play y un centro musical, pero además me rompieron el auto. Tuvimos que salir todos y correr hasta la casa de mi mamá porque sino, no sé lo que podía pasar”, explicó Barboza.

Los vecinos que viven en el pasillo donde residía coincidieron con la versión de Alvarado. “Vinieron como 20 o 25 a quemarle la casa. Acá (mientras señalaba una puerta de metal de la vivienda) están los impactos de las balas. Con mi marido y otros vecinos apagamos el fuego y ellos pudieron sacar un colchón y una mesa. Pero el resto se quemó”, dijo María Rodríguez.

En este contexto Jorge Barbosa, otro de los vecinos entrevistados, se refirió a la peligrosidad del ataque. “Acá, si no era por lo vecinos, iba a morir gente. Si no le avisaban lo que le iban a hacer, la mataban. La Policía si vino, pero tarde”, subrayó.

En la comisaría de Delfín Gallo, los policías de la guardia informaron que todavía no hay personas detenidas por este ataque. La denuncia fue ratificada en tribunales.