En 48 horas, delincuentes entraron dos veces a la casa de Silvia Casón y la desvalijaron. A la mujer, que vive con sus dos hijos pequeños en avenida Siria al 1.300, no le quedaron ni los alimentos de la alacena.

“Le va a costar volver a empezar de cero”, lamentó Camila Gambarte, su compañera en la facultad de Enfermería que descubrió ambos robos y tuvo que transmitirle la triste noticia a su amiga por vía telefónica.

Casón se encuentra de viaje en Rosario de la Frontera, provincia de Salta, junto con sus hijos. “Fue a cuidarle la casa a su hermana, que se iba de vacaciones, para que no le roben. Y al final le terminaron robando a ella”, contrastó Gambarte, quien se dedicaba a pasar todos los días por avenida Siria al 1.300 para chequear que esté todo bien en la vivienda de su amiga.

La primera vez que entraron los ladrones fue entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. “Vine el domingo a la tarde y estaba todo tirado. Faltaban un montón de cosas”, recordó Gambarte, tras señalar que los delincuentes treparon un techo para saltar hacia un patio interno y luego forzaron una ventana para meterse en la casa. “Entraron por el frente, en plena avenida”, remarcó la mujer, sorprendida.

“Llegué, abrí la puerta y vi el desastre. Se llevaron lavarropas, secarropas, una CPU, un home theather, una planchita y una buclera para el pelo, un minipimer, la comida de la alacena... hasta los champúes de los chicos”, detalló la mujer, indignada.

Aparentemente, la huida fue rápida y los intrusos perdieron parte del botín en el camino. Gambarte encontró un televisor, que había sido envuelto con una sábana y estaba partido, y un microondas sumergidos en el agua de la pileta de lona. “Ya no creo que sirvan”, agregó.

Volvieron por más

Asustada por lo que había pasado, la mujer denunció el hecho en la seccional 5ª (a cargo del comisario Cándido Galván) y ese domingo se quedó a pasar la noche en la casa de su amiga. Pero la tormenta que se desató el lunes a la noche le impidió llegar y la vivienda volvió a quedar sola. Entonces los ladrones volvieron a aprovecharse de la situación.

De acuerdo al relato de la mujer, los delincuentes dedicaron la madrugada de ayer a alzarse con lo poco que quedaba en la casa de Casón. “Se llevaron un caloventor, los colchones, los acolchados, los juguetes de los chicos... ¡Todo! Incluso, esta vez entraron al garaje y sacaron el estéreo del auto”, precisó Gambarte, que ayer a la tarde esperaba la presencia del personal de Criminalística para que inspeccionara el lugar y tratara de hallar algún rastro de los ladrones.

Según afirmó el comisario Galván, que ayer trabajaba en el caso junto con el personal a su cargo, la zona donde vive Casón no se destaca por ser de las más inseguras. Sin embargo, señaló que hay muchas zonas rojas en los alrededores de la jurisdicción de la seccional 5ª y que eso implica un riesgo para los vecinos.

“Esta zona es patrullada constantemente, por ahí tiene recorrido fijo una camioneta del 911. No es una zona muy insegura porque es muy transitada”, agregó el comisario.