BRUSELAS.- Las unidades policiales y militares europeas están en máxima desde el atentado en la redacción del semanario francés Charlie Hebdo. Uno de los focos de tensión más altos está centrado en Bélgica, donde los efectivos detuvieron ayer a otros tres sospechosos de terrorismo en Bruselas, uno de ellos cuando estaba por disparar contra un agente. En tanto, en Grecia se atrapó a cuatro personas, presuntamente vinculadas con el grupo extremista islamita belga.

El despliegue de tropas es particularmente intenso en los barrios judíos de Bruselas. Ayer, seis soldados vigilaban el Museo Judío de esa capital, donde en mayo del año pasado un atacante mató a cuatro personas. El Ejército también está apoyando a la Policía en Amberes, sobre todo en el llamado barrio de los diamantes, donde se comercializa esa piedra preciosa; y se hará presente en Verviers, donde dos sospechosos fueron abatidos el jueves, según la agencia DPA.

“Los soldados movilizados estarán armados y su principal tarea será la vigilancia de ciertos lugares”, señala una declaración oficial. En las redadas luego del incidente del jueves fueron detenidas 13 personas; cinco fueron acusados formalmente ante la Justicia de participación en una organización terrorista, pero dos lograron quedar en libertad condicional. Los otros ocho aún no han sido imputados. Muchos de los detenidos estuvieron combatiendo en Siria.

La célula era coordinada al parecer desde Grecia por un ex miliciano belga de origen marroquí que había retornado del frente de combate sirio, donde militó en las filas del Estado Islámico (EI), señaló la emisora VTM. Por este motivo, y a pedido de Bruselas, unidades antiterroristas griegas detuvieron en Atenas a cuatro personas que podrían estar vinculadas con los presuntos yihadistas, incluyendo al líder del grupo armado.

Los reportes indican que a fines del año pasado, el principal detenido en Grecia se comunicó por teléfono con un yihadista que estaba en la cárcel de Lieja (Bélgica), que a su vez es hermano de uno de los muertos en Verviers, para darle instrucciones y órdenes de atacar policías.