Una fuerte tormenta tropical con lluvia y viento obligó al papa a reducir su visita a Tacloban, la zona afectada por el tifón "Haiyan" en Filipinas en 2013, aunque Francisco consiguió celebrar una misa con cientos de miles de supervivientes antes de partir de regreso a Manila.
La tormenta "Mekkhala" avanzó tan rápido desde el Pacífico que los organizadores suspendieron las otras actividades. Una mujer de 27 años murió al caérsele encima un andamio tras la misa celebrada por el papa en Tacloban, informó un portavoz de la iglesia.
"Sentimos mucho que haya pasado esto", dijo el sacerdote Amadeo Alvero, director de comunicaciones de la arquidiócesis de Palo. El andamio se derrumbó por los fuertes vientos. La víctima era una voluntaria de un grupo católico caritativo.
Mientras tanto, el papa regresó sin problemas a Manila, pero otro avión que llevaba a funcionarios del gobierno se salió de la pista al reventarse sus neumáticos cuando despegaba de la ciudad de Tacloban, ubicada 570 kilómetros al sudeste de la capital. La policía confirmó que no hubo heridos.
Por la mañana, el papa se puso un piloto amarillo de plástico como el que llevaban los fieles y al principio no varió su agenda: recorrió la zona en su Papamóvil saludando a la gente. El alcalde de Tacloban estimó que había un millón de personas.
El tifón "Haiyan" azotó el centro de Filipinas en noviembre de 2013 con olas de hasta seis metros y causó la muerte de más de 7.000 personas. La ciudad de Tacloban quedó devastada. Unos 80 millones de los 100 millones de filipinos son católicos muy creyentes. Muchas personas lloraban durante la misa y se sintieron reconfortadas pese a la brevedad de la visita, durante la cual el religioso improvisó palabras en español que eran traducidas por un intérprete.
El altar estaba bajo un pequeño techo pero el viento no dejaba de soplar. Junto al papa había una figura de Cristo en la cruz cuyos cabellos casi salen volando. Para subir al avión el papa se quitó el solideo, que en los últimos días había salido también volando varias veces durante su gira por Asia.
"Les pido perdón", dijo Francisco a la multitud en una catedral de Palo por acortar la visita. "Me da pena. Dejemos todo en manos de la Virgen porque me tengo que ir ahora".