“Se llama Cleo y es mi perra”, la presentó Rocío González apenas abrió el portón de su casa, en la calle 41 de Villa Mariano Moreno. La pequeña de 11 años la sostuvo fuerte del collar para que ingresara LA GACETA. “Es mala. Le tiraron un pedazo de carne en la vereda para que salga y así lograron entrar”, explicó Rocío.
Ayer a la mañana, ladrones habían ingresado a la vivienda de la familia González, cuando estaban Rocío, su hermana Sofía de 10 años, y su prima de cuatro. Los padres, Raúl González y su esposa Gabriela, habían salido hasta un almacén para comprar alimentos,
“Nos fuimos a las 10 y volvimos pasadas las 11. Cuando nos acercamos a la casa, lo primero que me llamó la atención fue ver a la perra afuera. Nunca la dejamos salir a la calle porque es mala”, comentó Gabriela. Se trata de una perra bóxer, de color atigrado y contextura grande. Más tarde, una vecina les contó que vio al animal con un pedazo de carne en la vereda. Pero nadie en la cuadra se percató de que habían entrado a robar.
Las niñas dormían
La puerta de la vivienda estaba abierta y rota. “Pensé lo peor. Entré corriendo a la habitación de las chicas, y las tres estaban durmiendo”, relató Gabriela. Ninguna de las menores se percató de que había ladrones en la casa.
El botín constó de un televisor, un reproductor de DVD y otras pequeñas cosas. Al parecer, los ladrones actuaron rápidamente, y levantaron lo primero que encontraron. “El microondas estaba movido, como si lo hubieran intentado sacar”, describió la víctima del robo.
Raúl González, según contó su esposa, llamó al 911 y dio aviso del robo. A las dos horas, como ningún patrullero llegaba, se fue hasta la comisaría de Villa Mariano Moreno y realizó la denuncia. La Policía Científica llegó pasadas las 15.
Robos en pocos minutos
“Esta zona no solía ser así, pero desde hace dos meses hubo robos en varias casas. Al señor del frente le entraron a robar, y al igual que nosotros había salido por media hora a realizar una compra. Lo mismo le pasó a la chica de la esquina, que había ido a almorzar a la casa de un familiar, a media cuadra”, dijo Gabriela.
La rapidez con la que actuaron los ladrones en esos casos, justo cuando en las viviendas no hay nada, le hizo suponer a la Policía que los autores de los robos residen en las cercanías, admitió una fuente policial. Pero hasta anoche no había sospechosos.