Cuando una persona aprende a conducir, los más experimentados le brindan cientos de consejos y recomendaciones para que tenga en cuenta a la hora de desarrollar esta nueva práctica.

Entre ellos, hay uno que es realmente importante: siempre hay que mirar hacia atrás antes de abrir la puerta del auto.

Una acción que parece inofensiva, ya que el vehículo está detenido, pero que puede resultar verdaderamente peligrosa para el resto de los transeúntes.