SALTA.- De todos los liderazgos que tuvo y tiene este Dakar 2015, el más sólido es el de Nasser Al Attiyah en Autos. No tanto por diferencia de tiempos, sino por regularidad. Si bien el qatarí sumó ayer su cuarta victoria en 10 etapas disputadas, lo que lo sostiene al frente de la clasificación general con casi media hora de ventaja sobre Giniel de Villiers, es su muñeca para decidir cuándo arriesgarse y cuándo no, lo que le ha permitido conseguir buenos resultados en aquellos seis especiales que no se adjudicó.
Por supuesto, habiendo dejado atrás el gélido y polvoriento infierno del altiplano boliviano y las arenas de Iquique y Calama, los suelos argentinos aparecen más accesibles para elevar el velocímetro. Y allí es donde la estabilidad de los Mini hace la diferencia. “El Príncipe del Desierto” unió Calama con Salta en poco menos de cuatro horas, seguido muy de cerca por Orlando Terranova, que terminó segundo a 1’35’’ (“Orly”, 19° es el argentino mejor clasificado, seguido por Emiliano Spataro, 22°). Sin embargo, lo verdaderamente importante para el qatarí es que la victoria le permitió ampliar su ventaja sobre el escolta, de Villiers, y sobre el tercero, Yazeed Al-Rajhi, a quien aventaja por más de 40 minutos. “No ha sido una jornada fácil. Creo que ha habido mucha lluvia en días anteriores que ha dejado toda la pista llena de hoyos”, sintetizó Al Attiyah, que hoy abrirá el paso por Tucumán. Un paso que no incluirá a “Nani” Roma: el campeón 2014 tuvo un aparatoso accidente por el que dio varias vueltas de campana. Salió ileso, pero abandonó. (Especial)