COLOMBO.- El papa Franciso fue recibido ayer en Sri Lanka por miles de personas, entre ellas también budistas, musulmanes e hinduistas, y llamó a la dividida isla a superar la desconfianza y enemistad. El sumo pontífice pidió a los miembros de las distintas religiones que asuman su responsabilidad en el “difícil proceso de reconciliación y reconstrucción” que está teniendo lugar actualmente, después de décadas de una guerra civil que finalizó en 2009.

“El trabajo de reconstrucción debe abarcar la mejora de las infraestructuras, pero también promover la dignidad humana, el respeto por los derechos humanos y la inclusión de todos los miembros de la sociedad”, afirmó Francisco.

El argentino Jorge Bergoglio, de 78 años, aterrizó en el aeropuerto internacional de Bandaranaike, 23 kilómetros al norte de la capital, Colombo. Allí fue recibido por el nuevo presidente del país, Maithripala Sirisena, quien asumió el cargo después de ganar las elecciones de la semana pasada, cuando obtuvo el respaldo de una gran coalición de budistas, cristianos y musulmanes. Durante su saludo al papa, Sirisena prometió impulsar la paz y la fraternidad.

Por su parte, Francisco aseguró que la Iglesia católica ama y se preocupa por todos los ciudadanos de Sri Lanka. Tan sólo el 6,1% de los habitantes del país son católicos, mientras que más de tres cuartas partes son budistas.

“Todos deben ser libres para expresar sus puntos de vista. Tienen que estar preparados para aceptarse unos a otros y aceptar las diferencias”, afirmó. En los últimos años, defensores de los derechos humanos denunciaron amenazas y ataques contra activistas. También los periodistas críticos con el Gobierno fueron sometidos a vigilancia e intimidaciones.

El punto culminante de la visita de tres días del Papa será la canonización del misionero José Vaz. Además Francisco celebrará un encuentro interreligioso y una misa al aire libre a la que se espera que acudan hasta medio millón de personas. Cerca de 23.000 policías velaron por la seguridad. (DPA)