La huelga de 89 días que los docentes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) realizaron el año pasado dejó en estado de alerta a la comunidad universitaria, de cara al ciclo lectivo que inicia en marzo.
La medida, que se cumplió en las facultades y en las escuelas experimentales de la UNT, se extendió del 23 de mayo al 20 de agosto. Los docentes reclamaban varios puntos, pero el eje central era el salarial: exigían un básico para el cargo testigo -auxiliar con semidedicación- de media canasta (por entonces, $ 8.000). La Nación había cerrado las paritarias tras dar un aumento, en cuotas, que promediaba el 31%, según los funcionarios nacionales. Los docentes plantearon que hasta que el Gobierno nacional mejore la oferta, las autoridades de la UNT otorguen un extra, con fondos propios. Esto, finalmente, destrabó el conflicto: la rectora, Alicia Bardón, se comprometió a dar un plus mensual de $ 1.000 a cada educador, hasta que se reabran las paritarias. Además, adelantó el llamado a la Asamblea Universitaria, para que reforme el estatuto e incorpore, entre otros, carrera docente y plena ciudadanía para los preuniversitarios. Estas reivindicaciones aún no fueron concretadas.
El vicerrector, José García, ensayó un breve balance de lo que significó la medida de fuerza de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt). “El año pasado fue trágico; por el paro, y por lo que significó luego recuperar todo el tiempo perdido. Y siempre hay un lesionado, que es el alumno. Es muy difícil recuperar plenamente 90 días; aun así, los decanos han acompañado para paliar esta situación”, manifestó el funcionario.
“Sigue en danza”
A su criterio, no resultaría raro que este año se dé una medida similar. “El paro sigue en danza porque el problema no está resuelto. Esperemos que en las próximas paritarias se piense en el auxiliar, que es la categoría que más me aflige, porque es el recambio de la universidad. Existen áreas en donde ningún egresado quiere insertarse. Hay que seducirlos para que se queden, pero es muy difícil con el sueldo de hoy; los docentes auxiliares no pueden ganar $ 2.000 o menos”, dijo. E hizo un pedido por elevación a la nueva conducción de Adiunt: “Dios quiera que podamos consensuar; sería calamitoso para la UNT, desde el punto de vista del alumno, que lleguemos a otra situación de huelga”.
El secretario general de Adiunt, Ariel Osatinsky, destacó la predisposición de los educadores a la hora de recuperar el tiempo que insumió la huelga. “El ciclo lectivo 2014 está concluyendo, en gran medida, por el esfuerzo que pusimos los docentes en reprogramar y cumplir con nuestros estudiantes en lo que respecta a las actividades académicas y al dictado de las materias. Durante el paro habíamos precisado que lo haríamos, y estamos cumpliendo”, afirmó.
Responsabilidades
A renglón seguido, deslindó responsabilidades respecto del tiempo que insumió el paro. “Queremos precisar a la comunidad que la huelga se extendió por responsabilidad del Gobierno nacional y de las autoridades de la UNT; estas no dieron respuestas satisfactorias a nuestros reclamos y demoraron casi 90 días en ofrecer un adicional de emergencia”, manifestó.
En el mismo sentido, adelantó que la comunidad docente no recibió de parte de las autoridades nacionales y de la UNT, un comportamiento que permita suponer que este año será tranquilo. “Al no ofrecernos respuestas concretas a nuestras demandas -reapertura de paritarias en febrero, genuina recomposición salarial, el pago del adicional de $ 1.000 a los ayudantes estudiantiles, la incorporación de la carrera docente y de la plena ciudadanía para los preuniversitarios en el estatuto, entre otros-, la Nación y el Rectorado comprometen el inicio del ciclo lectivo 2015”, alertó.