Fue uno de esos partidos que sirven para consolidar una idea, borrar fantasmas presentes y escribir una nueva página en la historia del club. Juventus consiguió lo que fue a buscar en casa de Napoli: vengarse de la derrota en la Supercopa de Italia y, de paso, seguir siendo el único dueño de la cima del Calcio.
Y no fue sencillo el asunto, porque el equipo de Carlos Tevez, que esta vez no brilló pero sí complicó, sabía que Roma, vencedor de Lazio, había sumado de a tres y alcanzado su condición de líder. Aparte, la bronca aún estaba por la caída contra el dueño de casa en Doha.
Pero a pesar de los contratiempos, Juventus pudo tomarse venganza y festejar a lo grande en el estadio “San Paolo”, luego de 14 años. Otra marca borrada del mapa, así como otra que decía que la “Juve” venía de una seguidilla de empates que complicaba su situación de mandamás de la Serie A.
Fue por 3-1 el triunfo del “Apache” y amigos ante los de Gonzalo Higuaín. Igual, el número final no habla de lo que fue el trámite.
Pogba abrió el marcador en la primera parte, donde la “Juve” se vio inquietada de a ratos. Tal es así que Napoli consiguió el empate sobre el mediodía del complemento. Igual, no le duró mucho la emoción, porque el uruguayo Cáceres encontró el 2-1 cuatro minutos después del empate, y cuando el juez había adicionado 6 minutos, el chileno Vidal sentenció el juego con un golazo al ángulo, forjado en la puerta del área grande.
La venganza es un plato que se come frío...