BUENOS AIRES.- Los pilotos de rally están acostumbrados a tener que afrontar diferentes circunstancias que complican sus planes y retrasan las cosas tal y cómo las habían programado.
Sin embargo, el caso del argentino Federico Villagra puede considerarse como emblemático. A bordo de su Ford Ranger con el #317, durante la primera jornada del Dakar 2015, protagonizó un curioso incidente en el que agredió, sin ninguna intención, a un espectador.
Pasando a toda velocidad, su auto mordió una piedra del camino, con tanta mala suerte que la misma voló y terminó impactando en el rostro de un joven. Todo quedó filmado en un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Pero yendo hacia atrás, existen otros antecedentes que han hecho que en los foros y las plataformas virtuales lo califiquen como el piloto más “dañino” o con más “mala suerte” de todos.
En 2013, durante un tramo de la competencia del rally argentino que se llevó a cabo en La Rioja, a Villagra se le cruzó una vaca en el camino, y el resultado fue este:
La historia no termina ahí. Dos años antes, otro animal complicó sus aspiraciones. En este caso, fue un caballo que terminó golpeando duramente. Como consecuencia del accidente, también se vio obligado a dejar la competencia.
Sin embargo, el caso del argentino Federico Villagra puede considerarse como emblemático. A bordo de su Ford Ranger con el #317, durante la primera jornada del Dakar 2015, protagonizó un curioso incidente en el que agredió, sin ninguna intención, a un espectador.
Pasando a toda velocidad, su auto mordió una piedra del camino, con tanta mala suerte que la misma voló y terminó impactando en el rostro de un joven. Todo quedó filmado en un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Pero yendo hacia atrás, existen otros antecedentes que han hecho que en los foros y las plataformas virtuales lo califiquen como el piloto más “dañino” o con más “mala suerte” de todos.
En 2013, durante un tramo de la competencia del rally argentino que se llevó a cabo en La Rioja, a Villagra se le cruzó una vaca en el camino, y el resultado fue este:
La historia no termina ahí. Dos años antes, otro animal complicó sus aspiraciones. En este caso, fue un caballo que terminó golpeando duramente. Como consecuencia del accidente, también se vio obligado a dejar la competencia.