“Fueron muy desafortunadas las declaraciones del legislador alperovichista Regino Amado quien, en su condición de vicepresidente del órgano a cargo de preseleccionar jueces y presidente subrogante de la Legislatura, expresó que ‘para el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) lo de Carmen Fontán está acabado’”, manifestó la concursante aludida en un correo electrónico que envió a este diario. A diferencia de Amado, la abogada y constitucionalista precisó que el conflicto prosigue.
La postulante excluida de la dirección por el voto de la mayoría (el consejero legislador Roberto Sánchez -UCR-, en disidencia, dijo que correspondía nombrarla) sostuvo que, en una conversación con este diario, Amado se había equivocado al afirmar que ella no había ganado el concurso: “obtuve el puntaje más elevado de todos los concursantes. La conducta del CAM fue manifiestamente arbitraria cuando se apartó del orden de mérito fundándose en consideraciones ajenas a la idoneidad”. Fernando Ganami, el concursante elegido por la mayoría -entre ellos, Amado-, ocupaba el segundo puesto del ranking confeccionado a partir de la calificación del curriculum y de una prueba escrita.
En marzo de 2013, Ganami había entrado al CAM como asesor de la presidenta Claudia Sbdar; a los pocos meses, fue nombrado prosecretario en forma discrecional con el encargo de organizar la Escuela.
Fontán recordó que Amado ya había incurrido en error el 2 de diciembre, después de que el CAM resolviese adjudicar a Ganami la dirección de la Escuela: “este legislador sostuvo falsamente que mi relación con la Sbdar estaba deteriorada por cuanto supuestamente yo había promovido juicio político contra dicha vocal de la Corte local. Reitero que no tengo ningún enfrentamiento personal de ninguna especie contra Sbdar. Ella misma lo dejó perfectamente aclarado en declaraciones a este diario”.
Recurso anunciado
El lunes y luego de que se supiese que el camarista Sergio Gandur denegó la medida cautelar que había solicitado Fontán para evitar que Ganami ejerza como director durante la sustanciación del pleito, Amado expresó que la Escuela Judicial estaba lista para empezar a funcionar. “La señora Fontán, en realidad, no ha ganado este concurso. Estaba ternada, pero la jurisprudencia es clara cuando indica que no es vinculante si alguien sale primero, segundo o tercero. Más allá de que ella avance con sus planteos judiciales, nosotros consideramos que este tema se agotó y así lo demuestra el fallo del juez Gandur”, manifestó. Sucintamente, ese magistrado había afirmado que advertía que el requisito del peligro irreparable en la demora (de una sentencia de fondo firme) estuviese acreditado.
“Los dichos de Amado acreditan palmariamente el mencionado peligro. Es decir: sin una cautelar, la demora del proceso judicial no podrá preservar el derecho que peticiono. Por ello, recurriré la sentencia de Gandur (h)”, anunció Fontán. Como el pleito no fue declarado asunto de feria, el trámite será reanudado en febrero, en concomitancia con el inicio de las actividades de la Escuela Judicial. Según la programación que presentaron Ganami y la secretaria Isabel Rico Velaz, y que el CAM aprobó antes del receso, ese mes comenzarán las inscripciones de los aspirantes a jueces interesados en recibir la capacitación gratuita que ofrece el organismo.
Los procesos de selección de funcionarios de la Escuela generaron tensiones en el CAM debido a la divulgación del convenio de cooperación institucional que une a Ganami con Diego Duquelsky Gómez, miembro del jurado del concurso de secretario del CAM (tanto Ganami, que salió primero en ese proceso, como Duquelsky Gómez dijeron que no habían tenido un trato que justificase una excusación o recusación). En la misma época se supo que, con la excepción de la secretaria Sofía Nacul, todos los demás empleados del CAM habían sido nombrados por decisión discrecional de los consejeros, pese a que el reglamento dispone el ingreso por concurso.