BARCELONA.- El entrenador del Barcelona, Luis Enrique, rompió hoy el silencio con el claro intento de dejar pasar el vendaval que se desató el último fin de semana en torneo a su relación con Lionel Messi, aunque advirtió que "hay normas comunes que todos tienen que respetar". El técnico se abstuvo de confirmar ni desmentir "informaciones negativas" y deslizó que el clima es "positivo" puertas adentro.

"Messi es el mejor jugador del mundo y por ende el mejor de la plantilla", sostuvo, pero se excusó de confirmar si el futbolista se molestó en el vestuario por no haber jugado de entrada ante Real Sociedad. "No doy información de lo que sucede dentro del vestuario. Hay tantísimas informaciones, son todas tan negativas que ni confirmo ni desmiento ninguna de ellas. Me gustaría tener un clima más positivo fuera, dentro lo es", respondió Luis Enrique en su primera conferencia de prensa tras los críticos últimos días. De esa forma intentó dejar ver que las versiones de conflictos están fuera y no dentro y afirmó que si bien los resultados mandan en el fútbol, dijo sentirse respaldado tanto por los dirigentes como por el plantel.

Pareció actuar cuando miró a un colaborador buscando ayuda para acordarse sobre la dolencia de Messi y responder porqué no estuvo en la práctica abierta del lunes. Sobre el final de la conferencia, monopolizado con el tema en torno a Messi, le preguntaron si trataba por igual a todos los futbolistas. Comparó entonces al plantel con sus hijos: "De la misma manera que no trato a mis hijos del mismo modo, no trato a los jugadores igual. Es imposible". "Pero -advirtió- sí hay normas comunes que todos tienen que respetar" (DyN).