Las excavaciones empezaron hace 15 años y tenían un claro objetivo: ampliar el museo de la Torre de David. Sin embargo, los arqueólogos dieron con edificio viejo abandonado junto al museo de la ciudad vieja de Jerusalén. Una construcción que nadie se imaginó que podía existir. Y aún más: según los investigadores esa construcción sería una parte del palacio donde Jesús pudo haber sido juzgado por Pilatos. Así lo reveló una nota difundida ayer por el sitio lainformación.com.

Según el diario “The Washington Post” un grupo de arqueólogos liderado por Amit Re’em realizó excavaciones en lo que, según creen ahora, puede ser el lugar donde fue juzgado Jesús en Jerusalén antes de ser azotado y, posteriormente, crucificado.

Se trata de una cárcel que existía tanto en la época del imperio Otomano, como durante la gobernación británica. Sin embargo, las excavaciones arqueológicas revelaron que, en realidad, el sitio es mucho más antiguo. Debajo de la prisión fueron hallados los restos de un palacio donde los arqueólogos creen que pudo tener lugar el juicio de Jesús por Pilatos.

Los arqueólogos creen, además, que Jesús fue juzgado en un palacio construido por Herodes y que este palacio se encontraba donde ahora está la prisión en el oeste de Jerusalén, el lugar donde actualmente se localiza el Museo de Torre de David.

Varias interpretaciones
No obstante, la cuestión sobre dónde tuvo lugar el tribunal sigue sin encontrar respuesta entre arqueólogos, historiadores, investigadores y clérigos, debido a que interpretan de maneras distintas los hechos descritos en los textos religiosos.

Según algunas versiones, el tribunal pudo tener lugar en un pretorio, que en la Antigua Roma pudo haber sido la tienda de un general dentro de un campamento romano, aunque también pudo haber ocurrido en un cuartel militar, comunes en aquella época en todo el imperio.