Monseñor Luis Villalba no es el primer ex arzobispo tucumano en ser nombrado cardenal. El primero fue Juan Carlos Aramburu. Sin embargo, este último ya residía en Buenos Aires cuando fue investido. Aramburu fue nombrado obispo auxiliar de Tucumán en 1946 por el Papa Pío XII; tenía 35 años y era el obispo más joven de la historia de Argentina. En 1957 fue promovido a arzobispo de Tucumán cuando el obispado fue elevado a la categoría metropolitana. En 1967 fue trasladado a Buenos Aires como arzobispo de Torres de Bizacena y nombrado cardenal en mayo de 1976. Dato curioso: fue quien ordenó obispo auxiliar de Buenos Aires a Villalba, en 1984.
El comunicado de Monseñor Zecca
La oficina de prensa del Arzobispado de Tucumán difundió ayer un comunicado que recoge las palabras del arzobispo de Tucumán, Monseñor Alfredo Zecca. Monseñor desea compartir con la comunidad católica y con todos los tucumanos la alegría por la creación como cardenal, que ha hecho el papa Francisco, del arzobispo emérito Monseñor Luis Villalba. Se trata de un gesto de cariño y reconocimiento del Santo Padre no sólo a Monseñor Villalba, sino también a la Iglesia de Tucumán. Monseñor Villalba ha servido a la Iglesia con mucha generosidad en las diversas tareas pastorales que en su ya larga vida ministerial se le han confiado. Nos alegramos con él y lo encomendamos a Dios para que, desde su lugar como miembro del colegio cardenalicio, pueda servir al Santo Padre con su consejo y en las tareas que el sucesor de Pedro le confíe”, expresa la nota.
Claudia Sbdar
“Humildad, prudencia y vocación”
“La designación como cardenal del arzobispo emérito de Tucumán, monseñor Luis Villalba es motivo de emoción colectiva de los argentinos y de los tucumanos. Su humildad, prudencia y vocación pastoral han determinado que el Papa lo elija como uno de sus colaboradores.
La incorporación de cardenales de las regiones más alejadas se inscribe en el contexto de las trascendentales acciones que Francisco viene desarrollando respecto de los más graves problemas de nuestro tiempo. Una vez más, el Santo Padre, con quien tuve el privilegio de conversar, adoptó una decisión que expresa nítidamente su capacidad de discernimiento, vocación de dialogo, humildad y preocupación y ocupación por las necesidades de todos los hombres, mujeres y niños del mundo”. Claudia Sbdar, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán.
Domingo Amaya
“Más cerca de francisco”
Me ha llenado de emoción, porque yo, como católico, más allá de como funcionario, un hombre que más de 10 años estuvo en la provincia, ha demostrado su compromiso por el pueblo, con su humildad, y ha llegado a ocupar el cargo más importante dentro de la Iglesia en el área metropolitana de Tucumán, como arzobispo; pero al concluir quedó como un pastor más, en un barrio, atendiendo a la gente, caminando, como siempre lo hacía. Este reconocimiento por parte de la jerarquía de la Iglesia, y del Papa, nada menos, es reconocerle a ese hombre de lucha, de trabajo, de compromiso, de amor a la gente. Y creo que lo seguirá haciendo, y más allá de que hoy tiene ese título tan importante, como es un cardenal, estar a la par del Papa, lo seguiremos viendo igual, porque siempre fue igual. Me llena de orgullo; y esto nos significará a los tucumanos estar más cerca del Santo Padre, porque él será una conexión más directa con él; creo que esto ayuda mucho a todos. Entonces, esto tenemos, como él dijo, acompañarlo, más allá de que se sea creyente o no, pero creo que hombres como Luis Villalba, son ejemplo de humildad, de esfuerzo, de sacrificio y de trabajo por el bien común, porque él se dedicó a eso. Además, las visitas que hacía, en los sectores más necesitados, que era su mayor compromiso”. Domingo Amaya, intendente de San Miguel de Tucumán.