El actual nivel de agua del dique El Cadillal dificulta “ostensiblemente” la óptima provisión de agua para consumo humano, a raíz de la escasa cantidad de lluvia que se registró en los últimos años. A esa condición se suma una baja de la calidad del agua producto del proceso de envejecimiento de los recursos acuáticos (eutroficación), por lo que el tratamiento de potabilización se torna más costoso. Esa fue la descripción que dio Sociedad Aguas del Tucumán (SAT-Sapem) en un informe sobre la actual condición del sistema hídrico provincial y el servicio de agua potable.

“Aparte del fenómeno de envejecimiento natural del dique El Cadillal, desde hace unos años venimos sufriendo una baja en las precipitaciones, de cerca de un 40% en los últimos 15 años, agravado en estos últimos, lo que hace que tengamos en este periodo baja cota mínima del dique”, comentó el presidente de la SAT, Alfredo Benigno Calvo.

El directivo enfatizó que ante ese escenario se tiende a garantizar la producción de agua potable, lo que básicamente lleva a restringir casi totalmente las erogaciones para energía y el agua para riego en el sector productivo. “Con estas medidas que vamos analizando semanalmente a través de una comisión creada para tal fin, garantizamos el agua potable. Pero estamos tomando agua de baja calidad, con mayor contenido de sales, algas, y bajo de oxígeno, con lo que se dificulta su tratamiento”, agregó.

Para garantizar los parámetros que marca el protocolo de la calidad del agua potable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la SAT incrementó el estadio del agua en la planta de tratamiento (tiempo técnico de residencia) y agregó productos químicos con el fin de asegurar la potabilidad, según informó el organismo.

Respecto de las características del agua, El Cadillal tiene dos capas: una superior con “oxígeno disuelto óptimo” y otra que carece de oxígeno (agua anóxica). Ello se denomina estratificación térmica.

“Desde septiembre hasta que comienza el incremento de aportes al embalse, es cuando se rompe la separación de capas del dique y comienza a extraerse agua de la superficie con el uso de la Toma Flotante: “Balsa La Niña”. Esta agua posee bajo contenido de sales y buen nivel de oxígeno disuelto”, comentó Augusto Guraib, gerente de Coordinación Técnica de la empresa.

Según el referente de la firma, la Toma Flotante tiene la función de tomar agua de la superficie ante “una eventual crecida con arrastre de sólido que haría impracticable el tratamiento del agua del fondo”.

El periodo de recarga del embalse se produce, en general, entre el 15 de diciembre al 15 de abril. En ese período se nota mejoras en la calidad del agua del embalse y en la masa del agua almacenada. “En este período el perfil vertical de calidad del agua es uniforme. Desde mediado de abril a agosto, se toma agua del fondo (al mejorar la calidad del agua), después del proceso de ‘turbinado’, para generar energía eléctrica. Se toma esta agua porque es de buena calidad”, explicó Guraib.

El dique el Cadillal es el principal embalse de la provincia y cubre las demandas de agua potable, en particular, en la zona central del territorio tucumano, industrial y de las actividades agropecuarias. Ante la baja histórica de la cota del embalse, en tiempos de sequía, el Gobierno dispuso la restricción para el uso productivo en la provincia, preservando el consumo humano, como lo disponen las normativas locales.

Desde hace unos meses se ha presentado una situación a la que debe responderse: se incrementó el requerimiento de la población a raíz de la ocupación de las viviendas del complejo Lomas de Tafí, en Tafí Viejo, con aproximadamente 35.000 habitantes más.

Inversiones

“Se realizaron obras de mejoras en la planta a pie de presa, denominada “Planta de Tratamiento El Cadillal”, para optimizar el tratamiento en función de la calidad de agua disponible, tanto de superficie como del fondo. Esas obras aumentaron la producción de 6.000 m3/hs a 8.000 m3/hs, con la calidad de agua que actualmente entrega el dique. Para ello se optimizó la floculación y la sedimentación con la modificación del sistema de filtrado rápido, con sistema de lavado mixto de agua y aire”, remarcó la SAT, en referencia a la pérdida de la calidad del agua.

Calvo sostuvo que se efectuaron inversiones en la planta de tratamiento de “El Cadillal” por un monto de $ 150 millones, a los efectos de aumentar la capacidad y mejorar la operación interna de la planta. Sin embargo, apuntó, no hay demasiadas soluciones, si no hay lluvias suficientes. Consultado sobre si la solución, en definitiva, depende de la naturaleza exclusivamente, contestó que efectivamente es así hasta que se encaren las megas obras de los acueductos de Vipos/Anfama. Según Calvo, se necesitan unos $ 800 millones para concretarlas.