“En cada uno de los seis años de mi gestión como presidente subrogante, la Legislatura ha ido aumentando su productividad”. La frase del legislador monterizo Regino Amado es relativamente verdadera. En efecto, en el período 2014, el cuerpo colegiado sancionó 105 leyes en 14 sesiones (sin contabilizar la de Apertura), con lo que logró un promedio de 7,5 normas por debate. En 2013, el cuerpo colegiado había generado un promedio de seis leyes por reunión, y en 2012, cuatro. Sin embargo, estas cifras pueden ser enfocadas desde otra óptica; y, en ese caso, la aseveración del alperovichista Amado deja de parecer tan certera.

Sucede que el Poder Ejecutivo (PE) ha sido en 2014 el principal gestor de los proyectos de ley que fueron tratados en el recinto, según un relevamiento de los datos publicados en el sitio oficial de la Cámara (www.hlt.gov.ar). De las 105 normas consagradas el año pasado, el 44% llevaba el sello de la Casa de Gobierno. Este número también creció en relación a 2013, cuando el PE remitió el 35% de las iniciativas para que fueran sancionadas con el impulso del bloque oficialista Tucumán Crece.

Si bien entre los 49 parlamentarios elaboraron el 56% de los textos convertidos en normas, ningún legislador se acercó ni por asomo al total de propuestas que llegaron a Mesa de Entradas de la Cámara con la firma del gobernador, José Alperovich (fueron 46).

En el podio aparece el oficialista Ramiro González Navarro, presidente de la comisión de Hacienda y Presupuesto y ex secretario General de la Gobernación (8 leyes). Lo secunda el presidente del bloque Tucumán Crece, el taficeño Roque Álvarez (7). El tercer lugar es compartido entre el monterizo Amado, el alperovichista Gregorio García Biagosch y el radical Ariel García (todos con 5).

Si bien para este ranking sólo se contemplaron los primeros firmantes de las iniciativas y se desecharon las declaraciones y resoluciones, el conteo reveló que 20 de los parlamentarios no lograron que sus propuestas se transformaran en ley.

¿Más o menos trabajo?

Más allá de que el Poder Ejecutivo haya impulsado casi la mitad de las leyes sancionadas en 2014, el monterizo Amado consideró que eso no implica que la Legislatura haya trabajado menos, debido a que los integrantes de las comisiones deben analizar los textos, pedir informes, emitir un dictamen y luego defender la propuesta. Admitió sin embargo que esos proyectos vienen “enlatados” desde la Nación. “No son iniciativas propias porque ya vienen enmarcadas en programas nacionales, que son enviados desde Buenos Aires. Llega el monto para determinada obra, y nosotros tenemos que darle el acuerdo. Pero depende del área del Ejecutivo nacional de la que provenga, de la comuna y del municipio al que estén destinados los fondos. Incluso, aún debemos recibir más proyectos sobre el plan Más Cerca II, así que este tipo de convenios seguirán en 2015”, graficó el titular subrogante de la Legislatura.

“No me considero autor”

En las 14 sesiones que se desarrollaron en 2014, el alperovichista González Navarro logró que se aprobaran ocho proyectos con su firma, pero no quiso llevarse el “crédito”. “No me considero autor de ningún proyecto. En realidad, creo que los legisladores somos vehículos de lo que necesita la sociedad. Hay que tener una mirada atenta sobre lo que pasa para tratar de aportar las herramientas necesarias”, señaló el ex funcionario. Agregó que, por ello, fueron clave los aportes de diferentes sectores. “Cuando trabajamos la adhesión a la Ley Nacional de Salud Mental, lo hicimos junto al Inadi, al Ministerio de Salud, y a un colectivo importante de profesionales. Lo mismo con la Ley de Responsabilidad Social”, detalló el oficialista.

“Ir a las comisiones”

A diferencia del período 2013, cuando ningún opositor aparecía en el podio de la producción legislativa, en esta ocasión el radical García logró equiparar, con cinco proyectos aprobados, a los oficialistas Amado y García Biagosch. “Me siento feliz por la labor que tuve este año que pasó. En 2013 también, porque había sido el único opositor que había conseguido sancionar una ley. En mis tres años de gestión he realizado muchas denuncias penales, pero está claro que no me he limitado a eso”, señaló el referente del movimiento Boina Blanca. E interpretó que la producción legislativa “tiene mucho que ver con quién la promueve”. “Quien redacta el texto no sólo debe llevarlo a Mesa de Entradas. Hay que ir a la comisión, hablar con los integrantes, hacerlos reflexionar y buscar el acompañamiento. Sin diálogo ni consenso, nunca vas a sacar una norma”, apuntó García.

Interrogante

Más allá de si la frase de Amado que encabeza esta nota es verdadera, este año varios legisladores participarán de las elecciones. ¿Afectará eso el rendimiento de la Cámara? Se verá cuando termine 2015.

Desde el recinto

Declaraciones y resoluciones.- La Legislatura no sólo debate proyectos de ley. Al recinto, en cada sesión, llegan proyectos de resolución (“toda proposición que tenga por objeto originar, contestar, recomendar, solicitar o exponer algo que exprese la opinión del cuerpo”, según el Reglamento Interno de la Legislatura) y de declaración (“toda proposición destinada a reafirmar un principio o las atribuciones y facultades constitucionales o legales, o expresar un deseo o aspiración de la Legislatura”). Si bien en este informe de gestión de 2015 no se contemplaron este tipo de propuestas, implican la mayor cantidad de textos que llegan a Mesa de Entradas. Por lo general, son aprobados al final de cada sesión, en módulos o bloques, sin debates y sin que se difundan la mayoría de los detalles.

Tres días y 16 horas de debate.- En el sitio web de la Legislatura (www.hlt.gov.ar) figura un resumen de cada sesión, y consta además por cuánto tiempo se extendió cada una. En total, las 14 reuniones legislativas de 2014 insumieron 88 horas (o sea, tres días y 16 horas). En promedio, cada jornada implicó poco más de seis horas de discusión. La que más se dliató fue la del 28 de noviembre pasado, que en rigor fueron dos sesiones. La primera duró una hora (de 8.30 a 9.39), y sirvió para que el defensor del Pueblo, Hugo Cabral, expusiera su balance anual 2013. La segunda comenzó a las 9.30 y finalizó a las 20.30. En ese lapso de 13 horas fueron aprobados el proyecto del Presupuesto General 2015, la ley que habilita el dictado de la prisión preventiva contra los motochorros, el subsidio de $ 830.000 para un recital de difusión contra la trata de personas (a cargo de la fundación que preside Susana Trimarco), y la desafectación del Patrimonio Cultural de la Provincia de la ex hostería del cerro San Javier.

Ningún rechazo.- Al recinto llegaron 110 proyectos de ley a lo largo de 2014, pero fueron aprobados 105. Los cinco restantes sin embargo no fueron rechazados, sino que regresaron a las comisiones de trabajo para que sean revisados. Sin embargo, varios de ellos parecen haber quedado en el “freezer”. Un ejemplo es el proyecto de reforma de la ley que regula la profesión de los corredores inmobiliarios. Debido a las quejas emanadas desde el colegio que nuclea a estos profesionales, el cuerpo colegiado debió volver sobre sus pasos. También se postergó la aprobación de una iniciativa que obligaba a las empresas de colectivo a instalar en cada unidad un dispositivo de localización satelital (GPS).

Un opositor sin leyes.- El legislador José Manuel Páez (Democracia Cristiana) es uno de los siete opositores que no consiguió que sus proyectos de ley llegaran al recinto (sí lo logró con proyectos de resolución y de declaración). “Seguimos con la dureza del oficialismo para tratar los proyectos de la oposición, y eso es algo que se vio en los períodos anteriores. Por lo general, se trabaja sobre la base de la hegemonía del oficialismo, que lleva a la Cámara sus iniciativas más importantes dos o tres días antes de cada sesión”, se quejó Páez. Y se mostró sorprendido por la cantidad de normas que impulsó su colega, el radical Ariel García. “Quizás lo logró porque insiste reiteradamente (ante el oficialismo) o porque sus propuestas no implican un desembolso presupuestario. Yo no conozco ninguna otra razón; no sé a qué obedece exactamente que haya logrado tanta aprobación”, manifestó Páez.

Tres debutantes en 2014.- El período pasado de la Legislatura sirvió para que tres debutantes llegaran al cuerpo colegiado. El primero fue el radical Fernando Valdez, quien asumió en la primera sesión ordinaria del año, el 13 de marzo. El ex representante de la UNT en el directorio de Ymad llegó al cuerpo colegiado gracias a la renuncia de “correligionaria” Silvia Elías de Pérez, quien en 2013 fue electa senadora nacional (luego también dimitió esa banca y finalmente asumió como diputada). Más tarde fue el turno para dos oficialistas. En junio fue el turno de Sara Assán. Su padre, Carlos “Alito” Assán había dejado la banca para asumir como funcionario del PE. En junio le tocó al dirigente mercantil Roque Brito, quien sustituyó a Marcelo Caponio (también se marchó del cuerpo colegiado para desempeñarse en la Casa de Gobierno).

Nuevo bloque.- Con la llegada de 2014 se produjo la primera ruptura en los 11 años de labor del bloque alperovichista Tucumán Crece. En febrero pasado, el diputado bonaerense Sergio Massa visitó Famaillá. El acto fue organizado por los peronistas disidentes José Orellana, Gerónimo Vargas Aignasse y José Teri. El trío dejó luego la bancada que responde a la Casa de Gobierno y conformó el bloque del Frente Renovador. Según denunciaron en aquel momento, este “salto de tranquera” les significó que quedaran fuera de las comisiones de trabajo.

Pocas correcciones.- La mayoría de los proyectos de ley que se aprueban en el recinto no sufren modificaciones respecto a los dictámenes elaborados por las comisiones. De las 105 iniciativas sancionadas en 2014, sólo 15 registraron cambios en su redacción debido a correcciones en pleno debate. La mayoría fueron detalles de técnica legislativa.