ROMA.- Cientos de migrantes bajaron a tierra en el sur de Italia tras haber sido rescatados el viernes por la guardia costera italiana, después de que el barco carguero en el que viajaban quedase abandonado a la deriva en el mar. La mayor parte de los cerca de 360 migrantes procedían de Siria y entre ellos hay muchos niños y mujeres embarazadas. Ayer pudieron abandonar finalmente el barco en el que viajaban, el “Ezadeen”, en Corigliano Calabro, en Calabria. Allí fueron atendidos por los servicios médicos y, luego, llevados a un centro de acogida. En un primer momento se había dicho que a bordo del carguero viajaban 450 personas, pero la cifra era finalmente menor.
Los migrantes fueron abandonados por los traficantes de personas en medio del mar en una embarcación sin tripulación. Se trata del segundo caso de este tipo en pocos días, lo que ha desatado discusiones sobre estos nuevos métodos de las mafias.
Desde septiembre se ha observado una tendencia a utilizar cargueros, con lo que “se aumenta la cifra de personas en los barcos”, explicó al diario “La Repubblica” la portavoz de Acnur, Carlota Sami. “En realidad los cargueros deberían ser más seguros que los barcos pequeños”, apuntó Sami. “Pero se trata de barcos viejos sin equipamiento electrónico ni radar. Eso hace que aumente el riesgo de que se produzcan tragedias”, advirtió.
La guardia costera italiana advirtió además del riesgo que suponen para otras embarcaciones esos cargueros que circulan sin tripulación y con el piloto automático. Las autoridades italianas rescataron el miércoles en alta mar a otra embarcación, el “Blue Sky M”, con 800 personas a bordo.
El “Ezadeen”, de 50 años de antigüedad, navegaba bajo bandera de Sierra Leona cuando la noche del jueves fue localizado por la guardia costera italiana. Con cientos de inmigrantes a bordo, la embarcación, incapaz de maniobrar, se dirigía hacia la costa. La tripulación había abandonado el barco, que además no tenía ya combustible. Los servicios de rescate saltaron desde un helicóptero al barco, que después fue remolcado a la costa.
El desvencijado barco, que tenía licencia sólo para el transporte de ganado, estaba abarrotado de contenedores de acero, sillas rotas, pilas de basura, ropa y otros elementos.
Debido a la guerra civil en Siria, en 2014 se disparó el número de personas que intentaron cruzar el Mediterráneo. A fines de noviembre llegaron por mar unas 160.000 personas a distintos lugares de Italia. Otras miles se ahogaron.
En general se usan botes pequeños en los viajes. Pero en los últimos meses los contrabandistas han optado por barcos de carga para llevar grandes grupos desde puertos en Turquía o Egipto, según funcionarios de Italia y Naciones Unidas. Paola Fabris, funcionaria de la policía , dijo que las autoridades italianas creen que la tripulación abandonó el barco usando botes salvavidas tras dejarlo en piloto automático
“Los contrabandistas están encontrando nuevas rutas a Europa y están empleando métodos nuevos para aprovecharse de personas desesperadas”, sentenció Dimitris Avramopoulos, el comisario para Migración de la Unión Europea (UE.
“Estos eventos ponen de manifiesto la necesidad de una acción de toda la UE, que sea decidida y coordinada”, agregó.
Avramopoulos aseguró que el bloque regional está preparando un nuevo plan de migración que se presentaría “a su debido tiempo” y que haría del combate contra el tráfico de personas una prioridad.
Pero el alto número de migrantes, el costo del patrullaje en el mar y las discrepancias dentro de la UE sobre como repartirse la carga dificultan los esfuerzos. (Reuters-DPA)
El tráfico de personas
Los inmigrantes pagan hasta U$S 6.000 para llegar a Europa a través del Mediterráneo
La problemática de la migración genera serías dificultades política en los países europeos. Italia retiró su costosa operación de búsqueda y rescate “Mare Nostrum”, que fue reemplazada por una misión conjunta más pequeña de la Unión Europea, pero políticos italianos y funcionarios de la ONU aseguran que se requieren más esfuerzos para enfrentar una situación que se agrava día a día. “Europa tiene que despertar y tomar el tráfico de personas como una prioridad”, dijo Sergio Divina, político de la Liga Norte, partido anti inmigración. Los traficantes han empezado a comprar viejos cargueros por unos U$S 100.000 o U$S 150.000 y los llenan con inmigrantes, generalmente de Siria, que están dispuestos a pagar U$S 6.000 por viajar a Europa, explicó a “La Reppublica” el jefe de la guardia costera italiana Giovanni Pettorino. “Los traficantes pueden ganar hasta U$S 5 millones en cada travesía por el Mediterráneo, así que no se la piensan dos veces a la hora de abandonar el barco, teniendo en cuenta el margen de los beneficios”, insistió.