Si tu destino está entre Cancún y Playa del Carmen, seguramente te ofrecerán visitas a las ruinas de Chichén Itzá o a Tulum. Mucho más difícil será que te propongan que conozcas Cobá, un antigua ciudad maya que llegó a cubrir 70 kilómetros cuadrados y una red de 45 caminos, y que alberga la pirámide más alta de la península de Yucatán.

Y vale la pena. A diferencia de lo que pasa en los otros dos destinos, allí te encontrarás el sitio arqueológico totalmente “al natural”. Se encuentra a unos 41 kilómetros de Tulum y sólo hace falta tomar un desvío en la ruta que lo une con Chichén Itzá.

Lo más práctico para este paseo es alquilar un auto; los precios son accesibles; y las rutas, muy buenas. Eso sí, como está “al natural”, conviene llevar, además de calzado cómodo, protector solar, repelente y agua.

La mayor atracción
El templo-pirámide tiene siete niveles y tras subir sus 120 escalones estarás a 42 metros sobre la selva. Una soga en el centro de la cara “transitable” te ayudará cuesta arriba. Y ese es uno de los puntos fuertes de Cobá: no está permitido subir a una pirámide en los otros enclaves.

El premio al esfuerzo será magnífico: a tus pies, además del resto del yacimiento, se extenderán el verdor de la selva inconmensurable, sus lagunas y su magia.