Esta vez las guardias de los hospitales no se vieron saturadas por la cantidad de personas que llegaron para atenderse, como ocurrió en Navidad. Pero la gravedad de las heridas fueron las mismas: cortes con armas blancas, disparos y accidentes de tránsito. “El denominador común, al igual que en Navidad, fue el consumo de alcohol”, afirmó el médico Gustavo Molina, jefe del Departamento de Emergencias del Centro de Salud.

“Fue una fiesta más tranquila que la de Navidad, al menos en la noche. No hubo la misma cantidad de heridos, pero las estadísticas finales las vamos a tener a las 8 de mañana (por hoy)”, comentó el médico.

El 25 de diciembre del año pasado la guardia del Centro de Salud y del hospital Padilla tuvieron que declarar “Código Rojo” porque se vieron desbordados por la cantidad de heridos. “Esta vez fue diferente, pero hemos tenido un número similar de pacientes que fueron ingresados al quirófano”, explicó Molina. Entre las 8 y las 12 de ayer tuvieron que ser operadas cinco personas por heridas producidas con arma blanca o de fuego, y uno por un accidente de tránsito. “No hubo heridos por pirotecnia”, agregó el médico.