“The Interview’, la película de ficción de Sony Pictures sobre un complot para asesinar al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se estrenó ayer por Navidad en más de 300 salas de cine de Estados Unidos, ante una audiencia que, además de ir a ver un estreno, consideró que estaba cometiendo un acto a favor de la libertad de expresión.

La película ha creado polémica -e incluso un conflicto diplomático entre Corea del Norte y Estados Unidos- antes de su estreno, después de que se produjera un masivo ciberataque de Corea del Norte a Sony Pictures. Los estudios decidieron, ante las amenazas, no estrenar el filme, y hasta el presidente Barack Obama tuvo que tomar cartas en el asunto y afirmó: “no podemos permitir que un dictador nos imponga la censura”.

Después de muchas idas y vueltas, la película se presentó en las salas, con la presencia sorpresiva de los codirectores Evan Goldberg y Seth Rogen, que acudieron sin previo aviso a un cine de Los Ángeles para agradecer a todos sus seguidores. En su primer pase, el público de un cine en Greenwich Village en Nueva York, permaneció en silencia durante la escena en la que muere Kim Jong Un.