La temporada en Mar del Plata mantiene sus apuestas seguras en grandes nombres y divertidas comedias, pero, a diferencia de los veranos pasados, los espectáculos de revista prácticamente han desaparecido (ver nota aparte) y la tendencia ahora es regresar a los clásicos. De todos modos, los estrenos más atractivos estarán en Capital Federal, un destino importante para los turistas del interior que priorizan la vida cultural y cosmopolita en vez de paisajes veraniegos.
Mientras tanto, la cartelera marplatense ofrece la reposición de textos clásicos y poderosos. Por un lado, Pepe Soriano ya debutó en la primera semana de diciembre con “La nona”, la obra que escribió Tito Cossa y que el mismo Soriano interpretó en 1979 en el cine, bajo la dirección de Héctor Olivera. El argumento es atractivo: la nona come sin parar mientras su familia se va a la ruina y busca los más diversos caminos para ganar dinero, hasta que decide matar a la abuelita. Con esta historia, los productores buscan captar a un público masivo, entre los adultos que conocen el texto de Cossa y los interesados en acercarse a un clásico que divierte.
Además de “La nona” (Teatro Bristol), el Nacional Cervantes repondrá en el Teatro Auditorium “Sacco y Vanzetti”, que el autor argentino Mauricio Kartun escribió en 1995. La obra dramática y desgarradora, que en esta oportunidad protagonizarán Fabián Vena y Walter Quiroz, es todo un riesgo para mostrar en el verano.
También entre las propuestas se encuentra la convocante “Dos pícaros sinvergüenzas”, con Adrián Suar y Guillermo Francella (teatro Mar del Plata); “Escenas de la vida conyugal”, con Ricardo Darín y Erica Rivas (Radio City) y “Mujeres de ceniza” (teatro Lido).
“Toc toc” (teatro Neptuno), el éxito que desde 2010 sigue sin agotarse, volverá a hacer temporada. Otro estreno, que marca el regreso de la actriz Mónica Ayos a la Argentina, es la comedia “Una atracción fatal,” de Neil Simon, junto con Raúl Taibo y Marcelo de Bellis (teatro Roxy). También vuelve a Mar del Plata “La casa de Bernarda Alba”, el clásico de Federico García Lorca, en versión de José María Muscari (teatro Güemes).