Dentro del Ministerio de Economía nacional afirmaron que la baja del petróleo reducirá el costo de importación del crudo, pero no frenará las inversiones en proyectos de hidrocarburos no convencionales, como los de Vaca Muerta. En ese marco, según publicó ayer el diario “El Cronista” de Buenos Aires, del titular del Palacio de Hacienda surge la idea de bajar los precios de los combustibles comercializados en el país.
El matutino consigna que el ministro Axel Kicillof, según explicaron en su entorno, está analizando desde hace algunas semanas esa medida. “La idea es que si el valor del barril sigue en baja, deberían bajar los combustibles, más allá del diferencial entre el precio interno y el externo”, dijeron en Economía.
Los refinadores locales pagan a los productores U$S 83 por barril, cuando el valor de mercado es de U$S 60. Luego de la devaluación de enero, las naftas subieron hasta octubre.
Para bajar los productos, el Gobierno debería reducir el precio local de petróleo, pero eso afectaría la llegada de inversiones. Kicillof habla del tema con Miguel Galuccio, CEO de YPF, y el equipo financiero de la petrolera. “Se resentirían planes de inversión y se modificarían los números, pero sería todo un gesto”, evaluaron en su equipo, consignó “El Cronista”.
La intención de reducir los valores de los combustibles divide posiciones entre Kicillof y Galuccio, quien se planta en oposición. Aunque desde la petrolera YPF descartan esas diferencias.
La baja debería acordarse con las petroleras, como también se convalidaron los aumentos.
Galuccio admitió que el precio competitivo del barril de petróleo para YPF es de U$S 80. “No me sobresalto cuando el precio salta y ni me deprimo cuando baja en el corto plazo”, había expresado Galuccio en una entrevista con James Attwood, un periodista de la agencia de noticias Bloomberg.
El CEO de la petrolera estatal, inclusive, descree que el precio del petróleo se ubique entre los U$S 50 y U$S 70 por barril en el corto plazo, según reprodujo también el matutino.
Planteo regional
Ayer, en el marco de la cumbre del Mercosur, en Entre Ríos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, instó a duplicar la apuesta a la integración regional para hacer frente al complejo escenario que plantea la caída del precio del petróleo.
“Va a afectar nuestras economías, en forma diferenciada, pero nos va a afectar”, advirtió la mandataria brasileña, quien se comprometió a reforzar las relaciones durante su gestión al frente del bloque integrado también por Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. “O estamos juntos, o estamos vencidos”, sostuvo Rousseff, reiterando las palabras que pocos minutos antes había expresado su par uruguayo, José Mujica.
“Estamos juntos porque vamos a reforzar nuestras relaciones aduaneras, vamos a reforzar nuestras relaciones en el área de infraestructura, ampliando lo que llamamos desarrollo productivo, manteniéndonos firmes en la trayectoria de crecimiento con equidad social”, destacó la presidenta brasileña.
El destino del Mercosur, al que en breve se incorporaría Bolivia como miembro pleno, tendrá que estar basado en la relación de nuestras economías y la integración de cadenas productivas, como se acordó en el sector de juguetes, expresó.
En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, instó a crear una comisión en el marco del Mercosur que evalúe los efectos que tiene en la región la caída del precio del petróleo. “¿Cuánto nos afectaría la rebaja del petróleo para que no haya un problema muy serio para nuestros países?”, urgió. (Especial-DPA)