Si hay frases recurrentes en el manual de estilo de Juan Manuel Azconzábal, estas son: “nadie tiene el puesto asegurado”; “no existen grandes o chicos ni figuras o proyectos”. Que todos los futbolistas entran en la misma bolsa de elección del entrenador y que el que mejor esté, será titular en Atlético. Y si lo es, es porque se ganó la camiseta.
Básicamente, hambre es lo que pretende “Vasco” de sus jugadores y también de los que él tendrá en cuenta del actual grupo y de aquellos que no consigan club y decidan quedarse a “pelearla” en 25 de Mayo y Chile.
La revolución en el “decano” ya comenzó. Se trazó un plan de trabajo, aunque el mismo quedará supeditado a la aprobación de la comisión directiva. Igual, aseguran que todo va sobre rieles.
La contrapartida es que el presidente Mario Leito abrió el paraguas. Informó que no hay tiempo para lamentos y que la continuidad del entrenador es de su gusto (tiene contrato firmado por un año) pero que dependerá de lo que se vote en la comisión directiva, le confió a un programa radial. Pero más allá de ese mensaje que se envía puertas para afuera, internamente las voces aseguran que ya está todo cocinado.
Porque Leito, pese a que dice que espera una confirmación de sus colegas, ya dio su visto bueno en lo que fue el comienzo y final de la era del escobazo.
LG Deportiva intentó comunicarse en vano con el directivo albiceleste para tener la palabra oficial en estos momentos en que los hinchas esperan novedades que permitan esperar confiados el futuro.
Junta Monumental
Se dice que hoy la reunión de la comisión directiva será movida y caldeada. Estarán los que se sienten lastimados por la onda expansiva del fracaso de no haber ascendido a Primera; estarán aquellos que siguen apoyando al mandatario; y también estarán los que esperarán su chance para subir en el escalafón político del club a instancias de que alguno de los capos decida dar un paso al costado.
En ese caso, el que está en la mira es el vicepresidente Luis Narchi, que supo jugar con fuego cuando prometió renunciar si el “decano” no ascendía.
Leito fue otro que quedó preso de sus palabras cuando durante el almuerzo aniversario del “decano”, meses atrás, fue categórico al hablarles a los socios: “en diciembre estamos en Primera, de la mano del ‘Chulo’ Rivoira”.
El costo político es grande y la misión es calmar las aguas. De esta frágil actualidad se sale con acciones y persuasión. Y, quizás, la mejor fórmula sea confirmar que todo está en orden, pese al dolor, y que los refuerzos que pidió Azconzábal estarán al caer. Porque dejar pasar el tiempo no será conveniente. Al menos no curará la herida.