El pronunciamiento público del intendente, Domingo Amaya, sobre el aumento del boleto urbano -dijo que no avalará que el pasaje cueste $ 5-, y su marcado distanciamiento con el gobernador, José Alperovich, alteró el tradicional esquema de negociación que existió siempre entre concejales, funcionarios del Poder Ejecutivo y directivos de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat).
Hasta hace dos semanas, los propietarios de ómnibus conservaban las esperanzas de que el boleto urbano pudiera superar la barrera de los $ 5. Incluso, algunos empresarios -los más optimistas- llegaron a elucubrar la posibilidad de que el pasaje pudiese llegar a costar entre $ 5,30 y los $ 5,50. Lo que equivaldría a un incremento del 41%. Pero los dichos de Amaya hicieron que el proceso de negociación entre las partes volviera a fojas cero.
Ahora, algunos concejales alperovichistas sienten temor -lo reconocen por lo bajo- de que cualquier incremento que surja del Concejo Deliberante sea vetado por el jefe municipal. De manera informal, el Departamento Ejecutivo ya les hizo saber a algunos ediles alperovichistas que cualquier cifra inferior a los $ 5 sería puesta en consideración por el intendente. Esta posibilidad dejó una puerta entreabierta. Si en las próximas horas hay acuerdo, la nueva tarifa podría ser fijada en $ 4,90, lo que representaría un 25% más de los actuales $ 3,90, según confiaron desde el cuerpo deliberativo. Según coinciden en el edificio de San Martín y Monteagudo, este porcentaje estaría en sintonía con el incremento del 23,5% del presupuesto municipal 2015.
De todas maneras, en las últimas horas hubo acercamientos entre la nueva conducción de Aetat y el ministro de Seguridad, Gobierno y Justicia, Jorge Gassembauer. El empresario Daniel Orell tenía previsto reunirse con el funcionario ultraalperovichista para analizar la situación del boleto urbano y también la implementación de la “Tarjeta Metropolitana”. Según transcendió, entre las partes barajan la posibilidad de que la Provincia autorice un incremento a las empresas que prestan el serivicio interubano hasta tanto haya definiciones en la capital con el pasaje urbano.
Por su parte, el concejal alperovichista Javier Morof afirmó que “es preocupante” que aún no haya definiciones. “Más allá de cualquier costo político hay tener la responsabilidad de gobernar y tomar decisiones. Resolver el tema del aumento es una decisión antipática pero hay que tomarla”, sostuvo Morof.