Sabía que no dependía de sí mismo. Tenía que ganar y ganó. Pero debía esperar un milagro: que Godoy Cruz al menos rescate un empate frente a Racing, en el Cilindro de Avellaneda, lo que finalmente no ocurrió. Sin tener el brillo de otros encuentros, River derrotó por 1 a 0 a Quilmes, se quedó sin bicampeonato y tuvo que conformarse con ser subcampeón del torneo de Transición.

El conjunto de Núñez dejó escapar el título varias fechas antes. No contar con un plantel numeroso y decidirse a apostar por la Copa Sudamericana por sobre el torneo local fue el principal inconveniente para la “banda”.

El primer tropiezo lo sufrió frente a Estudiantes, por la fecha 14. El encuentro postergado por la lluvia, que finalmente se jugó el 12 de noviembre, significó un duro golpe, porque cortó un largo invicto de 31 partidos. Y sobre llovido, mojado... Cuatro días después, por la jornada 16, el “millonario” empató frente a Olimpo en el Monumental y dejó en el camino dos puntos que resultaron claves al final del certamen. Un grosero error de Ramiro Funes Mori le permitió a Miguel Borja marcar el 1 a 1 para los bahienses.

A la fecha siguiente, Marcelo Gallardo decidió poner un equipo de suplentes para visitar a Racing y reservó a los titulares para el choque con Boca por la Copa. Fue victoria de Racing, que le arrebató la cima al “millonario”, para no dejarla nunca más.

Al margen de que no pudo conseguir el bicampeonato, River cerró un 2014 espectacular. En el primer semestre, de la mano de Ramón Díaz, se consagró campeón del torneo local y le ganó la Superfinal a San Lorenzo. Luego del alejamiento del DT más ganador de la historia del club, llegó el “Muñeco” para darle un título internacional después de 17 años. Esa campaña contó con la frutilla del postre: haber eliminado a Boca en la semifinal.

El “millonario” se quedó con las ganas de gritar otra vez campeón. Godoy Cruz no ayudó para que se haga el milagro.