El presente de Gustavo Bou es el premio a la perseverancia. Este entrerriano nacido en Concordia en 1990, en base a sus goles decisivos, se convirtió en pieza clave de un Racing que busca consagrarse campeón luego de una sequía de 13 años.
Su llegada a la entidad de Avellaneda estuvo signada por algunas polémicas, ya que los hinchas le cuestionaron al técnico Diego Cocca que lo haya recomendado porque el representante del DT también representa al jugador.
Pero esos cuestionamientos, el delantero que se inició en las inferiores de River, a medida que fueron transcurriendo las fechas, los canjeó por elogios. Desde aquella tarde del 26 de agosto, cuando debutó en el partido ante Arsenal de Sarandí, en lugar de Wason Rentería, en el partido de la fecha 4, fue ganándose la confianza del técnico y de la parcialidad de la Academia.
Su primer gol llegó en la fecha 8 frente a Newell’s Old Boys. Ese tanto sirvió para que Racing igualara 1-1 con la “lepra”. Pero sin duda, el gol más importante de los 10 que anotó en el torneo, lo convirtió en la fecha 16 frente a Quilmes. Esa noche del 15 de noviembre todo indicaba que el reparto de puntos sería inevitable, pero en el último minuto, Bou se puso el traje de héroe. A 30 metros del arco “cervecero”, mediante un tiro libre espectacular, le dio el triunfo a Racing. Ni hablar de los dos goles que le hizo a Boca.
Qué lejos habían quedado los tiempos de los cuestionamientos para darle la posibilidad de que el club le compre el pase y luego lo transfiera a Europa en una cifra cercana a los 8 millones de dólares.