En su última sesión plenaria del año en el marco del proceso de reforma del estatuto de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) la Asamblea Universitaria no aprobará ningún cambio en la “Carta Magna” que rige el funcionamiento de la casa de Terán. La comisión Preámbulo y Estructura Universitaria no llegó a emitir dictamen, para que los asambleístas -decanos y consejeros directivos de las 13 facultades- lo debatan. Fuentes cercanas al equipo de trabajo contaron que no se llegó al quórum en la reunión del viernes, en la que iba a redactarse la versión definitiva para ofrecer a la Asamblea.
No obstante, ni esta comisión, ni las otras seis -Carrera Docente; Sistemas Electorales; Órganos de Gobierno. Conformación y competencia; Pautas de Administración Económico-Financiera. Órganos de Control y Transparencia; De los Estudiantes, y Docencia, Extensión, Investigación y Posgrado- se encuentran en falta: por reglamento, cuentan, de plazo máximo, con 45 días corridos para emitir dictamen, y comenzaron a funcionar la última semana de noviembre. Incluso, el artículo 24° del reglamento prevé la posibilidad de que se extienda este período: “en caso de no lograr (dictamen), informarán a la Asamblea los avances y esta podrá fijarle nuevos plazos”.
Borradores
Aun cuando no emitió dictamen, la comisión de Preámbulo -presidida por la decana de Naturales, Margarita Hidalgo- sí trabajó con diversos borradores, acercados por algunos de sus integrantes. Según las fuentes, incluso habrían llegado a una versión que más o menos conformaba a todos los miembros. El vicerrector, José García -coordinador de la comisión que orienta el proceso de reforma estatutaria- había adelantado que el preámbulo del nuevo cuerpo normativo debía fijar la misión y la visión de la UNT; y que su espíritu debía verse reflejado en cada artículo modificado.
El actual texto, de 1995, define a la UNT como una institución de cultura superior, y determina sus finalidades: “conservar, acrecentar y transmitir el conocimiento y propender al desarrollo de la cultura por medio de la investigación científica, técnica y humanística y del trabajo creador”. El posible nuevo texto dejaría fijado, entre otros, la gratuidad, la laicidad y el cogobierno en la UNT.
En la última versión del proyecto de preámbulo, según confió una fuente a LA GACETA, se remarcaría que el proceso de reforma se da en el marco del Centenario de la casa de Terán; pero además de señalar que la UNT honra a sus fundadores, se destaca que se asumen los cambios que durante ese siglo se dieron en la región, en el país y en el mundo. En esto se parecería al texto vigente, que expresa: “(la UNT) orienta sus actividades atenta a los problemas nacionales y regionales”.
El siguiente párrafo del actual preámbulo está dedicado a los objetivos de la UNT: “la formación de hombres con un elevado sentido ético, conscientes de los deberes y obligaciones que como universitarios les incumbe en la comunidad”. El texto propuesto también dedicaría algunas líneas a los objetivos, pero pondría el acento en la formación de ciudadanos libres y democráticos, con pensamiento creativo, crítico e innovador, comprometidos con la justicia y la paz.
La autonomía universitaria también está plasmada en el preámbulo del actual estatuto: “la plena autonomía y la autarquía financiera son atributos fundamentales de la universidad”. El nuevo texto también la contemplaría; pero sería más enfático, puesto que hablaría, según la fuente, de un compromiso irrenunciable de defender tanto la autonomía institucional como la autarquía financiera.