La paciencia se agotó para los vecinos de El Corte. Se agotó de la misma manera en la que se termina todos los días el agua en sus canillas, cuando -con mucha suerte- salen algunas gotas que no alcanzan para nada. Entonces salieron a la calle, a protestar, aún cuando ese no sea el estilo con el que más se identifican. “Somos antipiquetes, pero pareciera que en este país la única forma de que te escuchen es salir a la calle. Porque reuniones ya tuvimos un montón, pero las soluciones no aparecen”. Las palabras, que cabalgan entre el desilusión y la bronca, pertenecen a Diego Zamora, uno de los tantos vecinos que el sábado decidieron salir a manifestarse en el acceso del shopping viejo de Yerba Buena. No cortaron la calle, pero sí recolectaron la solidaridad de los otros habitantes de la Ciudad Jardín.

Ricardo Steinsleger, quien vive hace tres años en la zona piedemontana, también participó de la protesta que se realizó a pesar de la lluvia constante del mediodía del sábado. Al igual que Zamora, afirma que no es frecuente que los vecinos de El Corte hagan este tipo de reclamos, pero la situación -si cabe- les rebasó la calma. “Pasan tantos días sin agua, que es frecuente ver camionetas subiendo el cerro con tanques al menos para los usos más indispensables. Pero los que no tienen camioneta tienen que esperar al camión de la Municipalidad, que tampoco da abasto. La situación es muy complicada y nos afecta incluso anímicamente: no tenés agua para lavarte los dientes, ni para ir al baño, ni lavar los platos ni mucho menos para bañarte”, reclamó. “Es inconcebible que no tengamos agua, y más inconcebible aún es que, a pesar de no contar con el servicio, nos cobren lo que nos cobran: el último bimestre pagué $190”, bramó el director coral.

Según pudieron informarse los vecinos en la última reunión con las autoridades de la SAT, la empresa está gestionando financiamiento en la Nación para mejorar la distribución en la zona (ver “En busca de...”). “Hace más de tres años una empresa constructora realizó una galería de captación en el río Muerto y se la entregó a la SAT. Tiene un caudal de 20.000 litros/hora, es apta para consumo y en estos tres años no ha disminuido. Pero la SAT no tiene el dinero para realizar el sistema de bombeo y de distribución, por lo que está gestionando un crédito nacional. ¡Es agua que se está tirando al río hace más de tres años y que nos podría solucionar el problema!”, informó Zamora, miembro del Centro Vecinal que articuló la protesta.

El reclamo del sábado comenzó en la puerta del centro comercial y terminó en la Municipalidad de Yerba Buena. Las redes sociales, un grupo de WhatsApp y los correos electrónicos mantienen conectados a los vecinos, que al principio no se sentían del todo cómodos con la idea de salir a la calle. Las protestas van a continuar esta semana: el jueves irán a las oficinas de la SAT en el centro y el sábado volverán a la puerta del shopping. Según Zamora, para algunos vecinos la situación es peor que para otros: “hay gente que pasa 35 a 40 días sin agua. En las partes bajas pueden estar una semana sin suministro”, contó.

Ni siquiera las medidas extremas de ahorro de agua son suficientes en El Corte. “Cuando a uno le falta, la valora mucho más. Acá todos cuidamos muchísimo el agua, pero si no hay suministro no hay manera. El domingo pasado, que llovió muchísimo, llené de baldes y tachos el jardín para recoger agua de lluvia y usarla en el baño. Pero se termina”, lamentó Steinsleger.