El gobernador, José Alperovich, tildó de “hijos de puta” a los políticos que entregan algo a la gente a cambio de que los voten, y buena parte de la oposición tucumana se le vino encima, enardecida por sus dichos.
“No hay que hacer política con la gente que necesita. Hay que darles de corazón, a cambio de nada”, lanzó primero durante un acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, con dirigentes del gremio de la sanidad. Antes de que los aplausos cesaran, el mandatario sorprendió con una frase aún mucho más fuerte. “Los políticos que entregan algo a cambio de un voto son unos hijos de puta”, gritó el titular del Poder Ejecutivo, acompañado en el estrado por los ministros de Salud, Pablo Yedlin, y de Interior, Osvaldo Jaldo; y por el titular de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), Reneé Ramírez.
En el evento, y junto al interventor del Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu), Gustavo Durán, el gobernador anunció un cupo de 110 viviendas para los trabajadores del Siprosa en el barrio Manantial Sur, que está en construcción en esa comuna del oeste capitalino. En el salón, colmado, los militantes festejaron los dichos de Alperovich, y cantaron en favor de la postulación a intendente de Yedlin.
Apenas se difundieron las polémicas frases, referentes de la oposición repudiaron al mandatario tucumano. “Tantos años en el poder hicieron que el gobernador pierda desde la memoria hasta la vergüenza. Con sus declaraciones parece ser que el oficialismo se mira al espejo, porque es innegable que todo este tiempo se acostumbró a reclutar acólitos mediante billeterazos a diestra y siniestra”, sostuvo el legislador macrista Alberto Colombres Garmendia. El presidente de ese partido en Tucumán, Manuel Avellaneda, también se hizo eco de los dichos. “Desde 2003 en adelante vimos cómo los bolsones, colchones y chapas circulaban por los barrios a cambio de un voto”, afirmó el titular del PRO tucumano.
El candidato a gobernador por la Unión Cívica Radical, José Cano, consideró que Alperovich perdió la vergüenza. “Termina siendo destinatario de sus propios insultos. El gobernador es el principal responsable de las impúdicas maquinarias electorales desplegadas durante los últimos 11 años de gestión. Su poder se consolidó sobre la dádiva y las prebendas. Hace menos de un mes amenazó a miles de ciudadanos con la posibilidad de perder sus beneficios sociales si votaban a la oposición. Ahora, insulta a sus propios dirigentes con una caradurez que no tiene límites”, afirmó el diputado.
El legislador Ariel García consideró que el final de ciclo pone agresivo al gobernador. “Alperovich no está bien, está tirando manotazos de ahogado porque sabe que le quedan ocho meses para las elecciones y sabe que se acabó su poder”, expresó.