Una cosa es planear las vacaciones. Otra es planear las vacaciones con niños. Se quiera o no, cuando hay pequeños en la familia hay que adaptar(se) a sus tiempos y necesidades. Sobre todo si la distancia que se va a recorrer hasta el destino trasbordos en aeropuertos y largas horas de viaje en avión.
Es útil invertir un poco de tiempo en leer foros y sitios web que proveen información para adultos que viajan con bebés o niños pequeños. Muchos están escritos por padres que regularmente viajan con sus hijos. La experiencia siempre resulta la mejor consejera.
Las empresas de líneas aéreas tienen en sus sitios online datos acerca de qué se puede hacer con los cochecitos, las comodidades para mamás con bebés, el equipaje de mano y qué alimentos están permitidos a bordo. Esta información nos servirá para armar el bolso de viaje y para exigir que se cumpla con lo prometido en caso de que pongan alguna traba.
“Lo primero que me preguntan es hasta qué edad pagan. Los niños no pagan el pasaje hasta los 23 meses”, comentó Aníbal Ramos, dueño de una agencia de viajes. Eso sí, lo que se debe abonar por ellos son las tasas de aeropuerto y otros impuestos. Solicitar la primera fila de asientos puede significar un costo extra, advirtió Ramos. “Es una tendencia que las aerolíneas comiencen a cobrar por cosas que antes estaban incluidas, como que te toque la primera fila de asiento o una butaca que esté cerca de una salida de emergencias, porque tienen más espacio”, dijo.
En el caso de las embarazadas, hasta el sexto mes no hay inconvenientes para viajar en avión. “Tienen que calcular que no superen los seis meses de embarazo a la vuelta. Hay compañías que piden la autorización del médico”, indicó Ramos, quien recomienda llevar una por las dudas.
“Con respecto al seguro de viaje, hay que averiguar si el servicio que incluye la tarjeta de crédito es el adecuado. Algunas ofrecen una buena cobertura para un viaje por Latinoamérica, pero no es suficiente si el destino es Europa”, dice Ramos.
Patricia Jakubowicz, dueña de otra agencia de turismo, explicó que hay varias opciones de coberturas. “Por ejemplo, un servicio que cubre hasta 20.000 dólares cuesta unos 53 dólares por persona. Europa -explicó- exige al que viaja una cobertura de 30.000 euros. Ninguna tarjeta de crédito cubre eso, siempre se necesita un adicional”. Esto es indispensable si en la familia hay niños y embarazadas.
Para ir a las playas de Brasil no es necesaria la vacuna contra la fiebre amarilla, según indica la web del consulado de Brasil (www.conbrasil.org.ar). “Para otros destinos como Bahamas, Jamaica, Antigua, Santa Lucía, Grenada y Barbados, hay que vacunarse 10 días antes de la fecha de viaje”, comentó Jakubowicz.
Qué papeles necesitás
- Para viajar a Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia y Perú sólo se requiere el DNI nuevo, las actas de nacimiento actualizadas (hace menos de seis meses) de los niños y el certificado de matrimonio. Para otros países se requiere pasaporte y hasta Visa.
- Si alguno de los progenitores viaja solo con los hijos menores de edad es obligación que lleve una autorización del padre o de la madre firmada ante escribano público y certificada por el Colegio de Escribanos.
- Este trámite demora unos días y el costo total ronda los $1000. Si son varios hijos, con una nota que incluya a todos es suficiente. En los mostradores de Migraciones de los aeropuertos hay que presentar el original.
Aeropuertos, vuelos y hoteles
“Los menores de un año no deben exponerse al sol y hay que tener mucho cuidado porque con la resolana y el viento pueden deshidratarse”, advirtió Myriam Bulos, psicóloga y especialista en pre y post parto.
Patricia Jakubowicz, dueña de una agencia de viajes, recomienda hoteles all inclusive o cruceros si se viaja con niños mayores de cinco años. “Esos lugares siempre tienen actividades para ellos y les permite a los padres disfrutar solos o hasta dormir la siesta”.
Se pueden consultar foros y blogs donde hay buenos consejos: llevar cuentos, rompecabezas, crayones y otros juguetes. Si tienen más de cinco años es bueno contarles cómo será el viaje.
A los bebés hay que darles la mamadera (o amamantar) al momento del despegue para evitar que se le tapen los oídos. Cargar una pequeña almohada para que cuando se duerman no estén incómodos. Preguntarle al agente de viajes si la aerolínea provee mantas en el avión.
EMBARAZADAS EN EL AIRE
Lo ideal es programar el viaje para el segundo trimestre de gestación
Después del tercer mes de embarazo es más seguro volar, además, la mamá se siente cómoda porque ya superó los malestares del inicio. “Hay que tomar mucho líquido, en especial agua y no tantas gaseosas. Elegir el pasillo porque está más accesible. No cargar valijas ni objetos pesados y ponerse vestimenta cómoda. Llevar a mano información médica, como por ejemplo el tipo de sangre”, recomienda Myriam Bulos, psicóloga y directora de Matérnitas donde se dictan cursos pre parto. Según el Congreso Americano de Ginecólogos y Obstetras -explicó- no hay que viajar después de la semana 36. “Si tenés un embarazo de alto riesgo o con complicaciones, como preclampsia, embarazo múltiple, pérdidas previas, entre otras, es mejor mantener los pies en la tierra. El momento ideal para volar es entre las semanas 18 y 24, ya que la mujer se siente mejor y tiene menos riesgo de sufrir una perdida o un parto prematuro”, añadió.
Si el destino elegido es la playa, entonces, las embarazadas deben cuidarse al máximo con el sol. “Las manchas del embarazo (melasmas) son difíciles de sacar. Si van a estar en piletas se recomienda no permanecer mucho tiempo en el agua porque puede aumentar la presión intrauterina”, explicó. No perder de vista que las vacaciones deben ser para disfrutarlas, por eso hay que planear muy bien el destino.