Limitar el festejo de un título argentino a los saltos y cantitos pospartido es de mala educación en Tucumán. Al contrario, hay que celebrar lo más que se pueda, estirar las horas del sábado hasta unirlas con las primeras del lunes laboral de ser es posible. Campeón argentino no se es todos los días, y menos con la tensión que tuvo el desenlace del torneo.
En esta ocasión, la casa de Mariano Centurión fue el lugar elegido para instalar el búnker “naranja” de festejo por el 11° título argentino. La guitarra la puso Augusto López Salas, la música Jorge Domínguez y el resto se acopló a la ronda.
“Ganamos el torneo más difícil del país. Todos querían derrotar a Tucumán, porque era el último campeón y porque la mayoría lo señalaba como candidato”, explicó Centurión, que se despidió de la mejor manera posible. “Es una mezcla de sensaciones raras. Por un lado, la alegría de salir campeón, y por otro la nostalgia de que haya sido el último partido”, confesó el medioscrum de Universitario.
Roberto Tejerizo, por su parte, se consagró como amuleto del equipo: tres argentinos jugados, tres ganados. Algo tiene el pilar de Lawn Tennis que además festejó en el Regional con los “benjamines” y en la Americas Rugby Championship con Los Jaguares. Un año de película. “No me puedo quejar de este 2014, pero voy a trabajar para que 2015 sea todavía mejor. Hacer para ser, como dice Bernardo Urdaneta, un entrenador al que admiro mucho”, comentó “Teje”.
El rótulo de goleador del torneo no infla el pecho de Juan León Novillo. “Para todo equipo es importante la efectividad de su pateador, porque se trata de aprovechar el máximo de oportunidades. Me pone contento haber cumplido al equipo en ese sentido, pero ser goleador no era mi objetivo”, confiesa el apertura de Tucumán Rugby, una de las figuras “naranjas”.
También lo fue Nicolás Proto, que le aportó su potencia física al pack. “En lo personal me voy conforme, pero creo que el año pasado jugué mejor. Igual, prefiero ser peor jugador de la cancha y ser campeón, que ser el mejor y quedarme sin nada”.