Hay muchas formas de ser vegetariano. Están los vegetarianos estrictos, que no consumen productos animales. Los ovolacteovegetarianos, que le hincan el diente al reino vegetal, a los huevos y a los productos lácteos. Los veganos, que no sólo excluyen la carne de sus vidas, sino todos los productos de origen animal. Los crudívoros, que únicamente consumen alimentos crudos que no hayan pasado por el fuego.

Los motivos para hacerse vegetariano son muchos. Pero, básicamente, hay dos razones fundamentales: buscar una alimentación saludable y respetar cuestiones éticas. Y en el caso de los deportistas, la dieta vegetariana es perfectamente compatible con la actividad física. Al menos eso opina Paula Capuano, una chef que se convirtió al vegetarianismo y que escribió el libro “Ser vegetariano”. Además, es instructora en la Fundación El Arte de Vivir. “Los vegetarianos deben consumir granos y cereales, para potenciar el valor proteico de los granos”, detalla. Con respecto a los beneficios para la salud, dice que estas dietas sirven para aumentar la cantidad de fibras y disminuir el exceso de grasa saturada y de proteína animal.

Paula aporta a esta sección una de las recetas de su libro, una ensalada fresca de hojas verdes, brotes, calabaza asada y quesito de cajú. “Es un plato muy completo, por las frutas secas. Y es una buena opción si necesitan comer algo liviano pero que les dé energía”, concluye.

Ensalada fresca

Ingredientes:

1 planta de lechuga mantecosa

1 atado de rúcula

300 gramos de calabaza asada

100 gramos de brotes a elección

100 gramos de quesito de cajú

50 gramos de castañas de cajú

100 cc de limoneta

Preparación:

Cortar la calabaza en cubos o rectángulos no muy gruesos y llevarla a horno fuerte hasta que dore; o cocinarla vuelta y vuelta en una sartén a fuego fuerte. Colocar en una ensaladera la lechuga y la rúcula cortadas a mano junto con los brotes, la calabaza asada y las castañas de cajú. Mezclar todo con la limoneta preparada con 30 cc de jugo de limón, 70 cc de aceite de oliva, sal y pimienta. Por último, colocar las rodajas del queso de cajú. Aderezar al momento de servir.